Y Federer lo hizo

Y Federer lo hizo

Le dio a Suiza el punto decisivo para vencer a Francia y conquistar su primera “ensaladera”

24 Noviembre 2014
Fue un domingo breve. Y lujoso. En apenas un rato Roger Federer, sin señales de molestias en su espalda, sometió a Richard Gasquet con un elocuente 6-4, 6-2 y 6-2. A un costado de la cancha, Stanilas Wawrinka, bastión decisivo para la conquista, disfrutaba de la gloriosa exhibición de tenis con la que su compañero y amigo (¿quién no ha discutido alguna vez con un gran amigo?) abrochaba el tercer punto y sentenciaba la final de la Davis. Y casi como si fuera una marca del destino, el match point debía ganarse con la combinación de lujo y simpleza que distinguen a Roger del resto de sus colegas. ¿Que no vieron el último punto? Gasten unos minutos en la búsqueda, juro que vale la pena.

Suiza es el campeón de la Davis por primera vez. Pero la noticia, en esta parte del mundo, no es esa, tal como no lo fue que República Checa la ganara en 2012 y 2013. Los diarios del mundo; los amantes del tenis; los admiradores de los mitos deportivos. Todos coincidimos en una mirada común: la noticia es que Federer ha ganado la Copa. Cierto es que no la ganó solo y que perdió por paliza contra Gäel Monfils en el single del viernes, aunque eso parece apenas un detalle menor. Encaprichado en desmentir a los calendarios que lo aprietan y sugieren que le queda poco tiempo de carrera, el mejor tenista de siempre ha saldado una cuenta pendiente desde su debut copero, en 1999. El destino, tan generoso con él, no podía negarnos esa imagen. Su grandeza reclamaba cualquiera de las fotos que pudieron gatillarse ayer. Se lo vio derrumbado en el suelo para besar el polvo de ladrillo, impotente frente a esas lágrimas de plenitud, abrazado intensamente a cada uno de sus compañeros, exhibiendo una tímida sonrisa a la hora de los festejos, posando siempre al costado en las fotos del equipo, o trotando esa inolvidable vuelta olímpica.

Como tantas veces en este sorprendente y mágico 2014 tenístico, Federer nos obliga a actualizar su inigualable currículum. Ya nadie podrá obviar que el dueño de casi todos los récords del tenis es, también, un campeón de Copa Davis.

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