Bien a lo campeón

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Lewis Hamilton conquistó su segunda corona en la “máxima” después de una gran victoria

INSTANTE SUBLIME. Montado sobre su noble Mercedes Benz, el británico Lewis Hamilton celebra alborozado el título. reuters INSTANTE SUBLIME. Montado sobre su noble Mercedes Benz, el británico Lewis Hamilton celebra alborozado el título. reuters
24 Noviembre 2014
La especulación no es un término que esté en el vocabulario de Lewis Hamilton. Desde que llegó a la F-1 en 2007 como el niño mimado de McLaren, el muchacho nacido el 7 de enero de 1985 en la localidad inglesa de Stevenage se caracterizó por ser uno de esos pilotos que siempre van a fondo y que cuando tienen un buen medio mecánico lo aprovechan al máximo. Eso se notó en 2014, en su segunda temporada en Mercedes.

Aunque inició el torneo con un abandono en el GP de Australia, Hamilton se encontró con un vehículo a la altura de sus cualidades que le permitió soñar con lograr su segunda corona después de la conseguida en 2008. Los cuatro triunfos consecutivos tras la excursión a Melbourne, así se lo ratificaron. El único que se interpuso entre él y su objetivo del bicampeonato fue su compañero alemán Nico Rosberg. Con una “Flecha de Plata” que se mostró superior al resto por una unidad de potencia más eficiente (se dice que tiene 70 caballos más comparada con las de Ferrari y Renault, los otros dos motoristas), Hamilton y Rosberg fueron grandes dominadores del campeonato, más allá de los tres triunfos del australiano Daniel Ricciardo (Red Bull).

Hamilton contrarrestó a su coequiper a base de rachas triunfales. A aquella que tuvo al inicio del año le siguió otra de cinco éxitos seguidos en el epílogo, algo que le permitió pasar a Nico y afianzarse al frente de las posiciones.

A diferencia de lo ocurrido hace siete temporadas cuando durante unos metros había perdido el cetro con el brasileño Felipe Massa de Ferrari, el inglés no tuvo que vivir una definición dramática. Llegó a Abu Dhabi, con una ventaja de 17 puntos sobre su rival y eso le permitió tener resto para correr con tranquilidad pese a que la competencia otorgó el doble de puntaje. Tras ocupar el 2° lugar de la grilla de partida, luego de perder la pole con Rosberg, en la largada Hamilton puso todo y le arrebató la vanguardia al germano. Con el transcurso de las vueltas se afianzó en el primer lugar y no le dio opciones a su coequiper de presionarlo. Para colmo en la mitad de la carrera el teutón tuvo problemas de potencia y se retrasó perdiendo cualquier chance de dar pelea (finalmente llegó 14°).

El moreno ganó y conquistó su segundo cetro de la manera en la que quería: con una victoria, la 11ª de 2014 (contra las cinco de Nico) y la 33ª en la categoría que le permite estar 5° en el historial.

A los 29, Hamilton se convirtió en bicampeón de F-1 y puso su nombre junto a los del italiano Alberto Ascari, los británicos Jim Clark y Graham Hill, el brasileño Emerson Fittipaldi, el finlandés Mika Hakkinen y el español Fernando Alonso. En 2015, seguramente, irá por el tercer título junto a su actual equipo (su continuidad se confirmará en los próximos días) porque es uno de esos pilotos que siempre va a fondo y está destinado a marcar época.

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