Emprendimientos turísticos en el sur

Emprendimientos turísticos en el sur

Para unos, es una puerta al placer, al esparcimiento, al ocio, al aprendizaje, a enriquecerse interiormente al tomar contacto con idiosincrasias diferentes a las propias. Para otros, es la posibilidad de difundir su patrimonio cultural, bellos paisajes e implica un ingreso económico que puede llegar a ser muy importante. No en vano se suele decir que el turismo es la industria sin chimeneas. Como actividad comercial, se atribuye su nacimiento al inglés Thomas Cook, que organizó en 1841 el primer viaje turístico, movilizando a 500 personas a Leicester con motivo de un congreso.

En nuestra edición del miércoles, dedicamos un amplio espacio a los proyectos turísticos, varios de ellos relacionados con el intento de explotar el corredor turístico Tucumán-Catamarca. Más de 40 emprendedores del sur, entre Famaillá y La Cocha, diseñaron propuestas, que van desde alojamientos a museos y servicios gastronómicos. Los emprendedores están armando una red de trabajo para apoyarse entre todos. “Es decir, que el de Simoca recomiende al de Famaillá y este le hable al turista sobre Batiruana, por ejemplo. Y así todos salimos ganando”, dicen.

Algunos emprendimientos ya están en marcha, como uno que se desarrolla en la zona de Cochuna. Allí se pueden realizar cabalgatas, trekking y campamentismo. “Necesitamos reforzar la infraestructura, tener un albergue y sumar más actividades porque la verdad que es un lugar más que bello. Planeamos hacer caminatas educativas, tener una pista de parapente, hacer rapel y canotaje”, dijo el responsable. En Santa Ana, se proyecta una granja ecológica y en Ibatín, donde se fundó en 1565 San Miguel de Tucumán, se desea revalorizar el circuito histórico. Una representante del Ente Tucumán Turismo dijo que hay muchas bellezas en el sur, pero hace falta infraestructura y equipamiento. “El Estado no va a invertir en esto. Por eso, lo que hacemos es apoyar y fortalecer la creación y el desarrollo de microempresas productoras de bienes y servicios turísticos, y estimular nuevos emprendimientos sustentables”, afirmó.

De poco sirven los imponentes paisajes, si no hay una red vial en condiciones para llegar a esos lugares. Por ejemplo, sigue en pésimo estado el camino que conduce al dique de Escaba. Paradójicamente, el pueblo carece de agua potable, pese a estar a la vera de un embalse, el transporte de pasajeros es deficiente, no hay señales de radio, de televisión ni conexión a internet.

El tramo de la ruta N° 307, entre El Infiernillo y Amaicha del Valle está desde hace años en un estado deplorable. En octubre pasado, un lector se quejaba en nuestra Sección de cartas por las pésimas condiciones de higiene de los baños de la terminal de ómnibus de San Pedro de Colalao. “Si de esta manera se recibe a los turistas, se desprestigia a todo el pueblo”, reflexionaba.

Es, por cierto, positiva la actitud entusiasta y emprendedora de estos tucumanos. Para que los proyectos se concreten y alcancen el éxito el Estado podría apoyarlos con créditos que tengan financiaciones accesibles o con exenciones impositivas durante el tiempo que se considere necesario. La recuperación de toda la red vial debería figurar entre las prioridades.

Tal vez el próximo gobierno le otorgue al turismo la importancia que se merece; diseñe una política de Estado que atraiga inversores y promueva el desarrollo de esta industria sin chimeneas, que en otras provincias y naciones se ha constituido en uno de los pilares de la economía.

Comentarios