“Espero que el CAM no me obligue a judicializar otra vez”

“Espero que el CAM no me obligue a judicializar otra vez”

El juez Acosta dijo que el órgano “se metió en un berenjenal” del que le será difícil salir. El ganador del juicio aseguró que nunca quiso voltear el proceso de selección de un vocal para la Cámara de Apelaciones.

“JUEZ Y PARTE”. Acosta retratado en marzo, luego de iniciar el litigio. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL (ARCHIVO) “JUEZ Y PARTE”. Acosta retratado en marzo, luego de iniciar el litigio. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL (ARCHIVO)
23 Noviembre 2014
Guillermo Acosta, juez de Instrucción de Concepción y aspirante a vocal de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Instrucción, advirtió que el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) “se metió en un berenjenal” del que le será difícil salir. Esto porque, según su opinión, después de la sentencia favorable que obtuvo, al órgano no le quedan sino dos alternativas: o corrige de nuevo los casos 1 de todas las pruebas en función de los párametros que fijó la Corte Suprema de Justicia local -como propuso el ganador provisorio Juan Carlos Nacul- o anula el concurso.

“Espero que el CAM no me obligue a judicializar otra vez”, retó el ganador del juicio que detuvo la cobertura del despacho vacante desde comienzos de 2013 por la jubilación de Elva Jiménez, hermana del ministro público Edmundo Jiménez. En una nota que dirigió a este diario, el postulante aseguró que nunca quiso voltear el proceso y que se sentía totalmente reivindicado con la sentencia de la Corte que condenó al CAM a calificar de nuevo la solución que dio al caso 1 (recibió 2 puntos sobre 20). “El alto tribunal de la provincia estableció que mi criterio era correcto y que el jurado titular actuó con arbitrariedad manifiesta puesto que, por desconocimiento, aplicó un parámetro contrario a la norma procesal vigente y a la jurisprudencia local”, dijo.

Acosta manifestó que aún no se explicaba por qué el CAM que preside Claudia Sbdar entró en una batalla judicial perdida de antemano: “puesto que mi planteo trataba sobre una cuestión legal. Al obligarme a pleitear, la institución cometió un suicidio político”. El magistrado, que llegó a su cargo actual en 2010 por medio de otro concurso, expresó que el órgano abrió una puerta de intervención de la Justicia que en el futuro generará más planteos. “El CAM incumplió su deber fundamental de garantizar la transparencia, la legalidad y la imparcialidad en los procesos por él organizados. La institución está para corregir las falencias de los jurados, no para apañarlas”.

Acosta comentó que la pretensión de los consejeros de pedir al jurado suplente que califique de nuevo sólo su caso 1 era un arma de doble filo puesto que ya no existía la garantía del anonimato. “Diversos factores pueden incidir para que se me beneficie o perjudique. Y si se mantiene la arbitrariedad, puede haber nuevas impugnaciones que impedirán la cobertura del cargo”, dijo. E insistió en que el órgano ha de buscar una salida justa para el problema que había creado al convalidar el proceder irregular de los jurados titulares Daniel Obligado, Adrián Martín y Ángel Paliza.

Acosta criticó la intención del CAM de reemplazar a la jurado suplente Ana Lía Castillo de Ayusa por un evaluador foráneo. “El tribunal suplente (integrado además por Alicia Freidenberg y Diego Lammoglia) ya estaba designado y publicado. ¿Por qué cambiar sorpresivamente a uno de sus miembros? Ello da lugar a que se piense que existe alguna intencionalidad”, apuntó.

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