¿Qué reina hoy?

Celebra la Iglesia la Solemnidad de Cristo Rey, fiesta que hace culminar el año litúrgico para dar comienzo el próximo domingo al Adviento como preparación a la Navidad. ¡Cómo pasa el tiempo! Ya estamos hacia fin de año y la vida va pasando como el agua por las manos. El tiempo es inexorable en nuestra existencia. La fiesta de Cristo Rey nos lleva a preguntarnos sobre qué reina hoy: Dios, el dinero, el poder, el bien… el mal… la inseguridad… son las preguntas que subyacen a muchas realidades fuertes que vive el hombre de hoy. Lo que sí podemos afirmar es que en este mundo los hombres nos fuimos encargando de sacarlo a Dios y a su ternura de Padre del corazón de cada persona y de las realidades humanas. Sin ser profeta de calamidades, el mundo contemporáneo sufre un clima globalizado de incertidumbre, estamos frente a un cambio de época al que sólo los hombres lúcidos y sencillos podrán percibirlo en su justa medida. La sensación es que todo es una etérea realidad donde arrastramos la existencia sin saber de dónde venimos ni a dónde vamos. ¿Qué hacer? La fiesta de Cristo Rey nos invita a dar un paso de profundidad:

a. Darle una nueva oportunidad a Dios: hemos de dejar que Dios vuelva al corazón de nuestras vidas, de nuestras realidades más terrenas. El Señor no incomoda ni rebaja la libertad del hombre. Generar espacios temporales donde podamos brindar un espacio de profundidad espiritual, de mayor cercanía con el Jesús el Maestro de Galilea que vino a Salvarnos. Darle una nueva oportunidad a Dios.

b. La revolución de la ternura: al final de la vida se nos juzgará por el amor. El amor es lo más perfecto. Amar en Dios plenifica al hombre y es lo más económico realizable, no cuesta nada y produce mucho a nuestro alrededor. Revolución de la ternura en dar y crecer en unidad social.

c. Vamos terminando el año y hemos de procurar que reine la paz social. Los rumores de conflictos sociales no deben ser el comentario diario, se trata de que miremos las verdaderas carencias que se sufren para dar respuestas activas desde el evangelio.

La Iglesia celebra a Cristo Rey, que luchemos para que Dios reine en el corazón de los hombres y la sociedad y que el fruto verdadero sea la paz social como expresión de la ternura de Dios en el corazón de los hombres.