22 Noviembre 2014
Un militar retirado, que se encuentra detenido desde octubre, fue procesado bajo el régimen de prisión preventiva por el juez federal Daniel Bejas por su supuesto rol como “jefe de interrogatorios” durante la última dictadura militar en centros clandestinos de detención ubicados en Tucumán. Según el fallo judicial, el imputado es Roberto Edgardo Gordillo, de 70 años, ex capitán del Ejército y ex integrante del Servicio de Inteligencia.
El magistrado, en la acusación, lo señaló como presunto responsable de los delitos de tormentos agravados (16 casos), torturas seguidas de muerte (un caso) y asociación ilícita. Además, lo señaló como partícipe necesario de homicidio calificado (10 casos). Según Bejas, estos hechos y las circunstancias en que se perpetraron “configuran el contexto del delito internacional de genocidio”.
La causa se inició por un e-mail recibido por la Justicia federal, en el que se aseguraba que Gordillo actuaba como “jefe de interrogatorios” durante la dictadura. Relatos de víctimas y de testigos permitieron a los investigadores determinar que, luego de ser secuestradas y llevadas a centros clandestinos de detención, las personas eran sometidas a tratos crueles. Incluso, hubo mujeres que dijeron haber sufrido abusos sexuales terribles; una de ellas destacó que, como consecuencia de esos hechos, quedó estéril.
La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación hizo la denuncia y tomó el rol de querellante. Gordillo fue arrestado el 3 de octubre, en su casa de Buenos Aires, y trasladado a Tucumán pocos días después para declarar. Bejas ahora lo procesó bajo el régimen de prisión preventiva, y dispuso que sea llevado de la alcaidía de los Tribunales al penal de Ezeiza. Además, aconsejó a los fiscales que profundicen la pesquisa en torno a los delitos sexuales.
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