México: la policía manchó de sangre la protesta por la desaparición de 43 estudiantes

México: la policía manchó de sangre la protesta por la desaparición de 43 estudiantes

Las fuerzas de seguridad reprimieron a los manifestantes en el Distrito Federal. Hubo palos, bombas molotov y gases lacrimógenos.

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21 Noviembre 2014
CIUDAD DE MÉXICO.- La manifestación multitudinaria que recorrió ayer las calles de México DF y arribó con miles de personas al Zócalo, reclamando la aparición con vida de los 43 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala, desembocó en disturbios y una dura represión de la Policía junto al Palacio Nacional.




 
Más de 2.000 policías capitalinos y otros 500 miembros de las fuerzas federales fueron destinados para reprimir la manifestación, que había comenzado en forma pacífica, pero que se convirtió en una batalla campal luego de que un grupo de encapuchados arrojó bombas molotov y otros objetos explosivos.
 
Al menos tres personas resultaron heridas y un manifestante fue detenido por la Policía, según información del diario mexicano "El Universal", que asegura que en torno a las 22 (hora local) la plaza fue completamente desalojada por los agentes antidisturbios.
 
A primera hora de la tarde, otro grupo de 250 encapuchados que pretendía llegar al Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) para protestar por la desaparición de los 'normalistas' se enfrentó con unos 500 agentes antidisturbios, que bloquearon su avance por una de las principales vías de la capital.
 
Imágenes de la televisión local mostraban a algunos manifestantes arrojando objetos en llamas y golpeando con palos los escudos de los policías, que se alineaban frente al Palacio Nacional, sede de la Secretaría de Hacienda y de actos oficiales del Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
 
Las protestas por los 43 estudiantes de magisterio de la escuela de Ayotzinapa, que podrían haber sido masacrados por narcotraficantes en complicidad con autoridades locales, han escalado en las últimas semanas a medida que el caso se ha vuelto bandera de los mexicanos, hartos de la violencia y la impunidad.
 
"Yo vengo porque no quiero que esto le vaya a pasar a mi hija", dijo Alma Hernández, una trabajadora de 30 años, quien llevaba a su hija de seis años en la manifestación.
 
Mientras las movilizaciones se extienden a otros estados, incluso a otros países, los padres de los estudiantes han expresado su desconfianza por los resultados que les ha entregado la fiscalía federal.
 
El presidente ha denunciado que grupos que buscan desestabilizar a México y atentar contra su Gobierno podrían estar detrás de la violencia que se ha registrado en algunas protestas.
 
El gobierno de Peña Nieto, quien asumió el poder a finales del 2012, ha presenciado la muerte de unas 30.000 personas, que se suman a las 70,000 que fallecieron por la violencia ligada al narcotráfico durante el mandato de su predecesor, Felipe Calderón. (Reuters)

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