Atlético: no revolear el balón, el pedido de Azconzábal

Atlético: no revolear el balón, el pedido de Azconzábal

“Tardé 10 minutos en acomodar todo para venir a Tucumán”, contó el DT.

A DISFRUTAR. Azconzábal intenta hacerle entender al grupo que pelear por un ascenso es un premio no un castigo. la gaceta / foto de Analía Jaramillo A DISFRUTAR. Azconzábal intenta hacerle entender al grupo que pelear por un ascenso es un premio no un castigo. la gaceta / foto de Analía Jaramillo
21 Noviembre 2014
Antes de dar el sí, Juan Manuel Azconzábal era consciente de que el tiempo en Atlético era todo un contratiempo. Cambiar la mentalidad de un equipo golpeado es posible, pero su filosofía de juego, no tanto. Pero, tal cual lo aceptó el propio entrenador, nunca fue un tipo de esquivar las balas y los desafíos. “Tardé 10 minutos en acomodar todo para venir a Tucumán”, confía. Con ello, intenta explicar que el “decano” lo necesitaba y él no podía darle la espalda.

“Este es un club que tiene todo para estar arriba. Y bueno, nosotros queremos ser parte. Y lo que traemos es lo que di en otra faceta como futbolista: mucho trabajo y exigencia”, dice el DT con la cabeza puesta en Sportivo Belgrano, rival que podría significar el final de camino de Atlético si no suma de a tres. Está al límite. “Sabemos que es un partido decisivo, es la segunda final que tenemos. Afrontamos una ya, no pudimos obtener el triunfo y ahora estamos más apremiados todavía”, acepta Azconzábal cuya labor se asemeja más a la de un cirujano plástico con posgrado en psicología. Los márgenes para el trabajo son cortos.

“Exactamente. Uno de a poco va tirándoles a los jugadores los conceptos de cómo queremos jugar. Pretendemos que Atlético tenga una identidad y que los jugadores sepan a lo que van a jugar antes de empezar el encuentro. También sabemos que es difícil cambiar algunas situaciones del juego cuando faltan 20 días para el final del torneo”, lamenta “Vasco”, que intenta hacerles ver a sus discípulos que la manera de jugar contra Patronato (0-0) no es la ideal. Vivir del pelotazo es un pecado.

“No considero que sea la forma ideal de generar peligros. Salvo el último que tiramos que peinó Sbuttoni, faltando 20 segundos de partido, todos los demás no fueron productivos. La idea (del pelotazo), si sale una pelota del fondo, es para posicionar a un volante ofensivo o a un punta para romper en el uno contra uno”, explica el técnico, que cambió una tercera parte de su “decano” ideal ayer (regresan Jonathan Gómez, Francisco Grahl, Juan Manuel Imbert y Fernando Evangelista). Sorpresa, Azconzábal quiere romper barreras por afuera.

“Siempre buscamos que haya desequilibrio. Hoy en día en el fútbol los espacios internos son pocos; entonces, desnivelar por las bandas es una forma de crear situaciones de gol”. ¿Está claro, no?

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