Que las vacaciones sean contigo

Que las vacaciones sean contigo

Viajar, se viaja siempre. Pero viajar por vacaciones siempre tiene un plus. Vayas donde vayas, sea una temporada o una escapada, las emociones contenidas durante un año a pleno trabajo te ponen plazos para exteriorizarse. Son como una bomba, que contiene alivio, felicidad, planes, ganas de hacer todo lo que mientras se está con las obligaciones no se pudo. Es, casi casi, como cuando siente esa sed imparable del verano, después de una caminata al sol, y la mente nos dice que en la heladera está esa botella con bebida fresquita. No nos importa nada, uno quisiera beberla ya mismo.

Frente a unas vacaciones, están los que le dan apenas importancia a los detalles, confiados quizás en su capacidad de resolver todo a último momento, o en la mano amiga de una madre, una hermana, una esposa, que llevarán al bolso aquello que ellas saben que (no se pregunta por qué) uno va a querer tener cerca, estando lejos de casa. Están los que se convierten en sistemáticos operadores del orden. Veinte, treinta días antes, ya tienen la valija preparada, con cepillo de dientes incluido y una orden (no escrita ni dicha, pero cierta) para que ningún integrante de la familia se tiente siquiera en usar aquello que ya se ha guardado. Y no vaya a ser cosa que alguien infrinja la norma que sino…

Se vaya a un hotel, una cabaña, un camping o a la casa de un pariente, la cuestión de irse del lugar que uno transita todo el año, y que de tanto que se lo caminó ya parece hasta insoportable, se torna en un imperativo. Ese mismo sitio que, como una paradoja y después de haber estado algún tiempo afuera, se añora y lleva a liberar frases como “cuándo volveré a casa para acostarme en mi camita”.

Viajar por vacaciones nos deja como nuevos, después que nuestras viejas rutinas nos han puesto al límite aún de nosotros mismos. Si existieran mandamientos para declarar las necesidades mundanas del hombre, este debiera ser uno de ellos. Porque hay muy pocas cosas en el mundo más lindas que tener ese tiempo para disfrutar de los demás y reencontrarnos con nosotros mismos.

Temas Tucumán
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios