Por Gustavo Rodríguez
17 Noviembre 2014
Cuenta la historia que a fines de los 70 y comienzos de los 80, Natalio Mirkin, presidente de San Martín, y Amadeo Nuccetelli, titular de Talleres de Córdoba, se pintaron la cara y enfrentaron a la AFA para que las entidades del interior tuvieran mayor participación en el fútbol argentino. El proyecto hasta tuvo nombre: Unión de Clubes de Argentina (UCA) y con un supuesto reconocimiento de la FIFA. Julio Grondona, que llevaba muy poco tiempo como presidente de la entidad, hizo lo que tenía que hacer: desarticular ese movimiento. Para eso creó el famoso artículo 1.039 que no era otra cosa que una invitación a los cordobeses a jugar el Metropolitano. Así sofocó la rebelión.
Han pasado casi 35 años de ese movimiento. El escenario es diferente, pero la pugna sigue siendo exactamente la misma. El principal cambio es la ausencia de Grondona. Don Julio, desde ese intento de revolución, siempre, aunque sea con migajas, calmó a los clubes del interior. En 1986 creó la Primera B Nacional y, antes de partir de este mundo, decidió que el certamen de Primera tuviera 30 equipos para que los clubes de las provincias tuvieran más chances de subir. En otras palabras, federalizar aún más el fútbol.
Estrategia
Así nació la tan polémica reestructuración de los torneos. A los clubes lo que menos le interesa es cuantos equipos participarán y cómo será el sistema de disputa de estos certámenes. El grupo de los rebeldes (integrado por Boca, Racing, San Lorenzo, Estudiantes, Vélez -que ya es presidido por Raúl Gámez el más acérrimo antigrondonista de los últimos tiempos-, Gimnasia y Esgrima La Plata, Rosario Central, Newell’s, Belgrano y Godoy Cruz) no quieren perder terreno. Se juntaron con Luis Segura para contarle cuáles eran sus intenciones.
En ese encuentro pidieron de todo. Que el torneo de 30 equipos dure seis meses, que los equipos que asciendan reciban el título de invitados, que sean ellos los que peleen por los tres o seis descensos y que el certamen largo comience en junio de 2015 y termine 12 meses después para no perderse el mercado de pases europeos. Aceptaron que estos clubes reciban $ 10 millones, el doble de lo que habían aceptado recibir cuando se aprobó el formato. Eso sí no tendrán ni voz ni voto en el Comité Ejecutivo de AFA.
La reaccion
“Eso es una locura, pero de todas maneras hay que esperar un poco”, aclaró Mario Leito, presidente de Atlético y representante de los equipos de la B Nacional en el Comité Ejecutivo. Ese gesto de prudencia apunta para un sólo lado. Los directivos saben que algo hay debajo de la mesa y hasta se habla de la llegada de ingresos extras en dólares que modificaría todo el mapa de la reestructuración. Por ese motivo, la estrategia de los rebeldes, que son minoría -hasta el momento ni siquiera se atrevieron a votar en contra en la elección de Segura ni de la aprobación del torneo de 30 equipos-, sería presentar el peor escenario para negociar y conseguir uno intermedio. El objetivo es quedarse con las mejores porciones de las tortas.
Ser prudente no es lo mismo que ser sumiso. Eso lo entienden Leito y Darío Zamoratte, presidente de la Liga Tucumana de Fútbol y representante del NOA en el Consejo Federal. Ambos andan con los cargadores de celulares bajo el brazo, ya que las baterías de sus teléfonos se están consumiendo más rápido de lo normal por la cantidad de llamados que reciben. La postura es clara: esperar hasta hoy para decidir cuáles serán los pasos que darán, pero desde el principio aclaran que tiene la cara pintada para la lucha.
Y tomaron esta actitud porque saben que hay movimientos desestabilizadores que intentan romper con la unidad de este grupo. Por ejemplo, hablan de la idea que tienen los rebeldes de “jerarquizar” los torneos de ascenso sumándoles equipos o realizando invitaciones especiales a grandes del interior como San Martín, Talleres, Gimnasia y Tiro de Salta, Chaco For Ever y Cipolletti, entre otros. “Sólo son bombas de humo para desviar la atención de lo que está ocurriendo”, explica una fuente que prefiere que su nombre se mantenga en reserva.
Encuentros
Leito confirmó que los clubes de la B Nacional se reunirán en Buenos Aires para fijar posturas porque hasta el momento no hablaron con Segura. A ellos se les unirán los de Primera que no comparten esa posición y que también son 10 después de debatir en otro lugar su posición. También estarán esperando noticias los integrantes del Comité Ejecutivo que representan a los equipos que participan de los torneos que organiza el Consejo Federal.
“Estamos unidos y eso lo deben saber. No sabemos si se animarán a presentar el mismo proyecto en el seno del Comité Ejecutivo. Y si lo hacen, lo debatiremos. Ya se votó una vez y el resultado fue claro. No veo por qué no debería seguir siendo así”, avisa Leito.
Han pasado casi 35 años de ese movimiento. El escenario es diferente, pero la pugna sigue siendo exactamente la misma. El principal cambio es la ausencia de Grondona. Don Julio, desde ese intento de revolución, siempre, aunque sea con migajas, calmó a los clubes del interior. En 1986 creó la Primera B Nacional y, antes de partir de este mundo, decidió que el certamen de Primera tuviera 30 equipos para que los clubes de las provincias tuvieran más chances de subir. En otras palabras, federalizar aún más el fútbol.
Estrategia
Así nació la tan polémica reestructuración de los torneos. A los clubes lo que menos le interesa es cuantos equipos participarán y cómo será el sistema de disputa de estos certámenes. El grupo de los rebeldes (integrado por Boca, Racing, San Lorenzo, Estudiantes, Vélez -que ya es presidido por Raúl Gámez el más acérrimo antigrondonista de los últimos tiempos-, Gimnasia y Esgrima La Plata, Rosario Central, Newell’s, Belgrano y Godoy Cruz) no quieren perder terreno. Se juntaron con Luis Segura para contarle cuáles eran sus intenciones.
En ese encuentro pidieron de todo. Que el torneo de 30 equipos dure seis meses, que los equipos que asciendan reciban el título de invitados, que sean ellos los que peleen por los tres o seis descensos y que el certamen largo comience en junio de 2015 y termine 12 meses después para no perderse el mercado de pases europeos. Aceptaron que estos clubes reciban $ 10 millones, el doble de lo que habían aceptado recibir cuando se aprobó el formato. Eso sí no tendrán ni voz ni voto en el Comité Ejecutivo de AFA.
La reaccion
“Eso es una locura, pero de todas maneras hay que esperar un poco”, aclaró Mario Leito, presidente de Atlético y representante de los equipos de la B Nacional en el Comité Ejecutivo. Ese gesto de prudencia apunta para un sólo lado. Los directivos saben que algo hay debajo de la mesa y hasta se habla de la llegada de ingresos extras en dólares que modificaría todo el mapa de la reestructuración. Por ese motivo, la estrategia de los rebeldes, que son minoría -hasta el momento ni siquiera se atrevieron a votar en contra en la elección de Segura ni de la aprobación del torneo de 30 equipos-, sería presentar el peor escenario para negociar y conseguir uno intermedio. El objetivo es quedarse con las mejores porciones de las tortas.
Ser prudente no es lo mismo que ser sumiso. Eso lo entienden Leito y Darío Zamoratte, presidente de la Liga Tucumana de Fútbol y representante del NOA en el Consejo Federal. Ambos andan con los cargadores de celulares bajo el brazo, ya que las baterías de sus teléfonos se están consumiendo más rápido de lo normal por la cantidad de llamados que reciben. La postura es clara: esperar hasta hoy para decidir cuáles serán los pasos que darán, pero desde el principio aclaran que tiene la cara pintada para la lucha.
Y tomaron esta actitud porque saben que hay movimientos desestabilizadores que intentan romper con la unidad de este grupo. Por ejemplo, hablan de la idea que tienen los rebeldes de “jerarquizar” los torneos de ascenso sumándoles equipos o realizando invitaciones especiales a grandes del interior como San Martín, Talleres, Gimnasia y Tiro de Salta, Chaco For Ever y Cipolletti, entre otros. “Sólo son bombas de humo para desviar la atención de lo que está ocurriendo”, explica una fuente que prefiere que su nombre se mantenga en reserva.
Encuentros
Leito confirmó que los clubes de la B Nacional se reunirán en Buenos Aires para fijar posturas porque hasta el momento no hablaron con Segura. A ellos se les unirán los de Primera que no comparten esa posición y que también son 10 después de debatir en otro lugar su posición. También estarán esperando noticias los integrantes del Comité Ejecutivo que representan a los equipos que participan de los torneos que organiza el Consejo Federal.
“Estamos unidos y eso lo deben saber. No sabemos si se animarán a presentar el mismo proyecto en el seno del Comité Ejecutivo. Y si lo hacen, lo debatiremos. Ya se votó una vez y el resultado fue claro. No veo por qué no debería seguir siendo así”, avisa Leito.
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