13 Noviembre 2014
La junta médica que analizará cada una de las 80 lesiones que sufrieron cosecheros de limones, comenzará a reunirse hoy en el Cuerpo de Peritos Médicos Oficiales para determinar si las quebraduras de las falanges podrían haberse producido al caer de los árboles, como afirmaron los trabajadores, o si se trata de una maniobra para estafar, en unos $ 4 millones, a las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART).
Fuentes judiciales dijeron que el equipo estará integrado por la jefa de los peritos médicos, María José Gandur, por una radióloga forense y por el especialista en traumatología de manos Alejandro Sabino, que viajó desde Buenos Aires en representación de la Superintendencia de Seguros de la Nación.
La investigación que lleva adelante la fiscala de Instrucción de la VIII° Nominación, Adriana Giannoni, procura determinar si las lesiones de los cosecheros fueron provocadas intencionalmente para cobrar los seguros, como cree la firma Prevención Aseguradora de Riesgos del Trabajo S.A., quien a través de su abogado, Juan Martín Javier Cripovich, inició la causa.
La empresa había detectado coincidencias en varios accidentes de trabajo que estaban ocurriendo en una finca de limones. De acuerdo con las denuncias que realizaban los cosecheros, se accidentaban entre las 14 y las 16, cayéndose de escaleras o aprisionándose los dedos contra las ramas de los árboles. Además, en todos los casos el resultado era el mismo: fractura de la segunda falange del dedo índice de la mano, sin lesiones en el resto del cuerpo.
Esa mecánica será la que analizarán los peritos desde hoy a la mañana, en La Madrid 484. Los médicos estudiarán cada una de las radiografías, y los expedientes de los casos considerados sospechosos. No se sabe cuántos días demandará la tarea, comentaron en la Fiscalía de Instrucción, pero se espera que se descarten casos en los que haya compatibilidad entre la lesión y el relato de los cosecheros.
Víctimas
Además de las empresas de seguros que resultaron damnificadas, los investigadores tendrían la presunción de que los cosecheros que sufrieron las fracturas de sus dedos también son víctimas. La mayoría de los trabajadores son de baja instrucción y de escasos recursos económicos, y la hipótesis que se barajaría es que existe una organización integrada por capataces, abogados y médicos, quienes se habrían quedado con la mayor parte del dinero cobrado por el supuesto accidente de trabajo.
Una vez que la junta médica elabore el dictamen final, se citará a declarar a los cosecheros cuyos casos fueron declarados como dudosos. Recién entonces podrá profundizarse la investigación del caso de los “rompehuesos” tucumanos.
Fuentes judiciales dijeron que el equipo estará integrado por la jefa de los peritos médicos, María José Gandur, por una radióloga forense y por el especialista en traumatología de manos Alejandro Sabino, que viajó desde Buenos Aires en representación de la Superintendencia de Seguros de la Nación.
La investigación que lleva adelante la fiscala de Instrucción de la VIII° Nominación, Adriana Giannoni, procura determinar si las lesiones de los cosecheros fueron provocadas intencionalmente para cobrar los seguros, como cree la firma Prevención Aseguradora de Riesgos del Trabajo S.A., quien a través de su abogado, Juan Martín Javier Cripovich, inició la causa.
La empresa había detectado coincidencias en varios accidentes de trabajo que estaban ocurriendo en una finca de limones. De acuerdo con las denuncias que realizaban los cosecheros, se accidentaban entre las 14 y las 16, cayéndose de escaleras o aprisionándose los dedos contra las ramas de los árboles. Además, en todos los casos el resultado era el mismo: fractura de la segunda falange del dedo índice de la mano, sin lesiones en el resto del cuerpo.
Esa mecánica será la que analizarán los peritos desde hoy a la mañana, en La Madrid 484. Los médicos estudiarán cada una de las radiografías, y los expedientes de los casos considerados sospechosos. No se sabe cuántos días demandará la tarea, comentaron en la Fiscalía de Instrucción, pero se espera que se descarten casos en los que haya compatibilidad entre la lesión y el relato de los cosecheros.
Víctimas
Además de las empresas de seguros que resultaron damnificadas, los investigadores tendrían la presunción de que los cosecheros que sufrieron las fracturas de sus dedos también son víctimas. La mayoría de los trabajadores son de baja instrucción y de escasos recursos económicos, y la hipótesis que se barajaría es que existe una organización integrada por capataces, abogados y médicos, quienes se habrían quedado con la mayor parte del dinero cobrado por el supuesto accidente de trabajo.
Una vez que la junta médica elabore el dictamen final, se citará a declarar a los cosecheros cuyos casos fueron declarados como dudosos. Recién entonces podrá profundizarse la investigación del caso de los “rompehuesos” tucumanos.
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