El padre del desarrollismo argentino

El padre del desarrollismo argentino

Empresario, generalista autodidacto, economista político, su ignorado pensamiento refulge junto al de Belgrano, Alberdi, Pellegrini, A. Bunge, Prebisch. Simultáneamente racional y pragmático.

CLAVE. La gran contribución del dueto Frigerio/Frondizi fue destacar la necesidad de integración nacional para poner en marcha el desarrollo. revistaenie.clarin.com CLAVE. La gran contribución del dueto Frigerio/Frondizi fue destacar la necesidad de integración nacional para poner en marcha el desarrollo. revistaenie.clarin.com
09 Noviembre 2014
El 2 de noviembre de 1914 nació Rogelio Julio Frigerio, quien descollaría como el ideólogo de Frondizi durante su gobierno en 1958/62.

En 1956 conoció al presidente de la Unión Cívica Radical, Arturo Frondizi, y puso al servicio de su campaña presidencial su revista Qué, donde escribían también Arturo Jauretche y Scalabrini Ortiz.

Frondizi era por entonces enemigo de la inversión extranjera y del peronismo. Frigerio enhebró un pacto con Perón para que instruyera a sus seguidores a votar por Frondizi, cosa que hicieron masivamente. Por única vez en nuestra historia, dos grandes fuerzas políticas populares aunaron banderas en un Frente Nacional. Ya en el poder, orquestó y llevó a la práctica, junto con Arturo Sábato, un plan petrolero que en 1959/60 eliminó el gigantesco déficit argentino, equivalente hoy a unos U$S 8.000 millones, logrando el autoabastecimiento, mediante el concurso de la inversión extranjera, pero no de los grandes oligopolios, poco interesados en perder su negocio de importación, sino de empresas competitivas menores. Fueron “premiados” por el establishment, desplazándolos del poder mediante un golpe de Estado en 1962. Quien luego anuló esos contratos, se llenó de “gloria”.

Del liberalismo, lo separaba su conciencia de la importancia del comando inteligente del Estado en el diseño de la estrategia económica y en el control de los oligopolios, su vocación industrialista y su antimonetarismo. Del populismo, su oposición al excesivo gasto público a costa de comprimir la inversión privada, al aumento de salarios sin aumento de productividad (por autodestructivo), al inútil control de precios, al combate al capital como factor imprescindible de desarrollo.

Pero la gran contribución de Frigerio/Frondizi fue destacar la necesidad de integración nacional para poner en marcha el desarrollo. En sus cuatro dimensiones: integración geográfica, a través de las obras de infraestructura (hoy ausentes); económica, armonizando las actividades extractivas con la industria (hoy en pugna); política, aunando partidos mayoritarios (hoy divididos hasta lo ridículo) en un Frente Nacional para no dejar grietas aprovechables por los enemigos del país; y cultural, que consideraban el cemento de los habitantes, sobre el cual construir todo lo demás.

Pasaron 60 años y los problemas argentinos siguen intactos. Si la alternancia entre liberales económicos y populistas nos ha mantenido caminando en círculos, ¿por qué no desempolvar a Frigerio y su integracionismo desarrollista? ¿Qué mejor homenaje le podemos hacer y hacernos?

© LA GACETA

Mario Morando - Autor de Frigerio:

el ideólogo de Frondizi (2013, editorial AZ).

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