01 Noviembre 2014
La primera alarma se encendió una mañana fría de agosto, hace dos años, en el barrio Obispo Piedrabuena. Rodeados de vecinos que clamaban seguridad, el legislador Gerónimo Vargas Aignasse y el concejal Esteban Dumit entregaban los primeros controles antipánico y explicaban cómo funcionaba el programa de prevención del delito “Alerta Tucumán”. La escena se repitió el jueves, en el barrio O´Connor, al otro extremo de la ciudad, donde los vecinos recibieron el control número 5.000. De esa manera, la iniciativa ya cumplió las 246 cuadras provistas de alarmas y de señalización que advierte que se trata de una zona protegida por sus vecinos.
“Es un programa de seguridad preventivo del delito que articula dispositivos materiales y tecnológicos con la organización de la sociedad, con el objetivo claro de que no haya víctimas ni delitos”, recordó Vargas Aignasse. Según precisó el legislador, el 80% de “Alerta Tucumán” se financia con los gastos sociales suyos y del concejal Dumit. “Y el 20% restante sale de los aportes de nuestra actividad privada”, agregó.
Cuando los vecinos reciben los controles antipánico y las alarmas comienzan a funcionar, deben comprometerse a actuar de manera solidaria: cuando un vecino está en peligro u observa una situación sospechosa, acciona la alarma y el resto de las personas de la cuadra deben salir de manera inmediata en su auxilio. “Además de la organización vecinal y de la instalación material y tecnológica, el programa consta de un monitoreo mensual y de una guardia que funciona las 24 horas para solucionar roturas o desperfectos técnicos”, aseguró Vargas Aignasse.
El legislador consideró que “Alerta Tucumán” ha tenido una buena recepción entre los ciudadanos porque es efectivo a la hora de prevenir el delito, además de no tener ningún costo para la gente que lo recibe. “Estamos orgullosos de cuidar a la gente desde la prevención, la gente nos pide el programa cada día más por que claramente hay un Estado ausente en materia de seguridad. La gente vive con mucho miedo y con un enorme déficit en su calidad de vida”, sostuvo el legislador.
“Es un programa de seguridad preventivo del delito que articula dispositivos materiales y tecnológicos con la organización de la sociedad, con el objetivo claro de que no haya víctimas ni delitos”, recordó Vargas Aignasse. Según precisó el legislador, el 80% de “Alerta Tucumán” se financia con los gastos sociales suyos y del concejal Dumit. “Y el 20% restante sale de los aportes de nuestra actividad privada”, agregó.
Cuando los vecinos reciben los controles antipánico y las alarmas comienzan a funcionar, deben comprometerse a actuar de manera solidaria: cuando un vecino está en peligro u observa una situación sospechosa, acciona la alarma y el resto de las personas de la cuadra deben salir de manera inmediata en su auxilio. “Además de la organización vecinal y de la instalación material y tecnológica, el programa consta de un monitoreo mensual y de una guardia que funciona las 24 horas para solucionar roturas o desperfectos técnicos”, aseguró Vargas Aignasse.
El legislador consideró que “Alerta Tucumán” ha tenido una buena recepción entre los ciudadanos porque es efectivo a la hora de prevenir el delito, además de no tener ningún costo para la gente que lo recibe. “Estamos orgullosos de cuidar a la gente desde la prevención, la gente nos pide el programa cada día más por que claramente hay un Estado ausente en materia de seguridad. La gente vive con mucho miedo y con un enorme déficit en su calidad de vida”, sostuvo el legislador.
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