Los Tigres: mucho más rock que star

Hay algo infantil dando vueltas. Como un juego de niños que aparece cuando hablan de la elección del nombre de la banda, de los temas, de la tapa del disco y del motivo por el que Erika Hansen, Hernán Lucero, Daniel Pérez y Diego Pérez formaron Los Tigres. Banda que toca rock, pero cuyos integrantes no se sienten rockeros.

Los inicios de Los Tigres se remontan al ciber donde los músicos se juntaban a jugar al Call of Duty. De “tiros”, palabra clave para abrir la puerta -o, mejor dicho, prender la compu- para ir a jugar a “Tigres” hay un par de letras de diferencia, que separan a un grupo de amigos de una banda.  “Acá no hay un líder, es el resultado de la combinación de todos nosotros. No me imagino la banda sonando con otro cantando, otro bajista u otro batero. Hay algo muy personal de cada uno”, explica Lucero. Está claro que si alguno da un paso al costado será difícil que Los Tigres sigan rugiendo.

Pero no tiene sentido hablar de finales justo cuando la banda está produciendo nuevo material. Vamos al principio. “Empezamos a ensayar en 2007, bien esporádicamente. En ese momento éramos Diego, Erica y yo”, relata Lucero. Seis meses después se sumaron Daniel con el bajo y José Jiménez puso su saxo. Se la pasaron componiendo hasta que en septiembre de 2008 llegó el debut, en una fecha compartida con Los Empleados.

“A los primeros temas ya no los tocamos. Eran más para abajo, más lentos, más tristes. Diego fue cambiándole la onda a las canciones, aumento el tempo”, explican. La banda fue evolucionando así, con más ensayos y el trabajo en equipo capaz de convertir una idea difusa en una canción. En la valija llevan ya unos 25 temas.

2010 fue el año del primer demo. En 2011 ya se habló de disco, aunque sin saxos, a causa de la partida de Jiménez. Hubo que apurar arreglos para cubrir algunos huecos sonoros. “Seleccionamos siete temas para que los costos fueran manejables. Buscamos canciones que tuvieran algo en común y optamos por las más rápidas, un estilo power pop”, describe Lucero. Sorteando obstáculos, el trabajo vio la luz el año pasado. ¿El título? “Primer disco”, disponible en el sitio Bandcamp.

Es complicado etiquetar a Los Tigres en el estante del rock. De hecho, no se sienten rockeros (“aunque sí nos gusta la cerveza”, aclaran). “Todos tienen otros intereses, otras pasiones, ninguno pone a la música en primer lugar”, confiesa el guitarrista, y dispara: “fuera de Los Tigres no me siento músico”.

”Nos une la amistad, que tiene mucho de infantil. Es como cuando vas al colegio y te hacés amigo de un grupito por que la multitud te abruma. Es como una necesidad que tiene en común la timidez y la inseguridad, que es como nos sentimos ante la movida rockera”, describe Lucero.

En detalle
De los tres temas que eligieron para tocar en las Sesiones de Rock de LA GACETA, sólo uno está en el disco. “Melanoma”. Agregaron “Buscando a Suertudo”, un instrumental que tomó el nombre de un capítulo de Alf. El otro es “Ochentero”, que en realidad era una canción sin nombre. Le decían así porque sonaba… ochentero. “No le damos mucha importancia a los nombres”. Lucero aclara lo que está clarísimo.

Los Tigres #001 Ochentero. LG Sesiones Rock



Los Tigres #002 Buscando a suertudo. LG Sesiones Rock



Los Tigres #003 Melanoma. LG Sesiones Rock



Lo de Los Tigres también fue algo medio improvisado, porque la banda necesitaba nombre. “Una vez me dijeron que sonaba a un equipo de fútbol de quinto grado”, reconoce Lucero. “Es con la estética que intentamos jugar. Si ves la tapa del disco es algo así también; hay un tanque que alude a los juegos de niños. No es algo violento, es ese gusto de los niños por la guerra que nosotros teníamos cuando íbamos al ciber”.

- ¿La banda representa ahora lo que antes era jugar en el ciber?

- No, era más divertido jugar que tocar.

Es que la música es cosa seria.