Los goles de Atlético no son tan lindos, pero sí valiosos

Los goles de Atlético no son tan lindos, pero sí valiosos

Hay de todo. Rebotes en el arquero, en el palo, barridas por el piso, impactos defectuosos, errores del rival.

Los goles de Atlético no son tan lindos, pero sí valiosos
31 Octubre 2014
Rebotes en el arquero, en el palo, barridas por el piso, impactos defectuosos, errores del rival. El arte de hacer goles en Atlético no está compuesto únicamente por lujos, taquitos y gambetas, que también los tiene durante esta temporada, pero que se ha especializado en marcar de manera poco ortodoxa.

El gol de Leandro Díaz ante Independiente Rivadavia fue la última prueba de ello. Franco Sbuttoni voló por los aires y los suelos para evitar que la pelota se fuera al lateral, Cristian Menéndez forcejó con el defensor hasta dejarlo por el piso y lanzar el pase a Luis Rodríguez. El tiro del “Pulguita” fue bloqueado y en el rebote apareció el otro delantero tucumano.

El gol no apareció entre los mejores de la fecha ni mucho menos, pero jugadores e hinchas lo festejaron como si hubiese sido desde mitad de cancha. No está directamente relacionado, pero para el plantel todo es una cuestión de tenacidad. “Pelear hasta la última pelota trae sus frutos. Esa serie de esfuerzos valió el gol”, dijo el “Gringo”.

Así, “peleando” y no dejando pasar chance alguna, llegaron varios goles del equipo de Héctor Rivoira. El primero de la temporada, surgió tras un remate en falso de Juan Imbert que sirvió como asistencia a Menéndez, que tampoco impactó de lleno. Francisco Grahl, ante Unión, aprovechó varios rebotes en el área chica.

El partido ante Temperley, su rival de mañana, fue otro canto a goles que premiaron el esfuerzo y la oportunidad para las segundas opciones. El “Polaco” tomó una pelota tras un despeje falso del defensor porteño, y tuvo que pelear y forcejear con los dos centrales hasta dejarse en la posición de definir y abrir el partido.

Luego, Diego Jara capturaría un rebote en el travesaño de un remate de Jonathan Gómez y sentenciaría el encuentro.

“Creo que a Independiente Rivadavia le ganamos como lo jugamos: tirándonos al piso en una pelota que parecía perdida”, agregó Javier Malagueño.

Tanto él como sus compañeros disfrutan de goles como el de Gastón Giménez a Sportivo Belgrano, tras una apilada individual casi desde mitad de cancha, o el de Menéndez a All Boys, con un gran pase de “Pulguita”.

Aquellos tantos podrán competir en un ranking de fin de año, pero en Atlético saben que los goles “feos” pero en circunstancias como las del viernes pasado, valen lo mismo (o tal vez más) que uno anotado con lujos. “Lo primordial es ganar, todos queremos jugar bien pero hoy queremos conseguir un objetivo y para eso hay que hacer goles y ganar”, sintetizó Jonathan Gómez.

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