Corrió a la comisaría a pedir ayuda cuando pudo escapar de los golpes de su pareja

Corrió a la comisaría a pedir ayuda cuando pudo escapar de los golpes de su pareja

La Policía detuvo al acusado y descubrió que, al parecer, se dedicaba a construir “tumberas”

ARMAS. Las “tumberas” fueron encontradas en la vivienda del acusado. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso ARMAS. Las “tumberas” fueron encontradas en la vivienda del acusado. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
30 Octubre 2014
Una adolescente cargaba en sus brazos a un bebé, ayer al mediodía, en la puerta de la comisaría de Tafí Viejo. El sol ardía y hacía calor, pero el verdadero infierno era el que había dejado atrás momentos antes, cuando huyó de su casa, escapando de las garras de su pareja. Con su hijo a salvo, esperaba que algún pariente la auxiliara.

La víctima (su nombre se mantiene en reserva por ser menor de edad) tiene 17 años y hasta ayer vivía en concubinato con su novio de 24, en el barrio Nueva Esperanza de Tafí Viejo. Durante la mañana había mantenido una discusión con el hombre, quien primero la agredió con golpes de puño y después la amenazó de muerte con un cuchillo de carnicero. Para atemorizarla todavía más, amenazó con matar también al hijo de ambos, un bebé de un año y cuatro meses.

En medio de la pelea, la adolescente consiguió escapar y correr hacia la comisaría para pedir ayuda. Cuando la recibieron los policías, estaba desesperada. La habían golpeado brutalmente y temía por su bebé. Después de comunicarle esa situación al fiscal de Instrucción de la IV° Nominación Diego López Ávila, el comisario Miguel Luna se presentó en la casa de la víctima acompañado por el personal a su cargo.

“Cuando llegamos, el hombre estaba saliendo con el bebé en una moto y llevaba una punta metálica en la cintura”, relató el comisario. Los policías lo redujeron rápidamente y rescataron al bebé.

“En la casa encontramos una tumbera que estaba cargada, el cuchillo con el que habría amenazado a la chica, un palo que sería el que usaba para golpearla y otros elementos que se usan para fabricar armas caseras”, enumeró Luna.

En la calle

El agresor, que trabaja en la cosecha de limones, fue llevado a la comisaría. Allí quedó aprehendido por amenazas de muerte y otros delitos, y quedó a disposición del fiscal López Ávila.

Era habitual que el hombre golpeara tanto a su pareja como a su hijo, según denunció la adolescente. Les contó a los policías que solía pegarle con un palo y les mostró varias cicatrices de heridas que su novio le había provocado con armas blancas. Además, cuando el bebé lloraba o no quería dormir, descargaba su ira contra el pequeño. Y eso era lo que más temía la adolescente: que terminara matando a su hijo.

Ambos esperaban ayer que algún familiar se acercara a la comisaría y les diera un lugar donde quedarse. Tanto ella como el bebé estaban asustados. La mamá no tiene ningún ingreso y necesitaba la ayuda de su familia.

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