30 Octubre 2014
EN CONJUNTO. El ventilador no da abasto para paliar el calor cuando el termómetro alcanza los 40°C y se convierte en un complemento del aire. la gaceta / fotos de franco vera
Mientras un comité de crisis convocado por el gobernador José Alperovich coordinaba acciones para mitigar el impacto de los cortes en los servicios de agua y de energía, la explosión de un interruptor en la Estación Transformadora de Ayacucho al 1.300 dejó en la tarde de ayer sin luz a 40.000 usuarios del microcentro y de Barrio Sur.
El vocero de EDET Carlos Roldán explicó que la explosión, a la que calificó de “grave”, se produjo por la sobrecarga en el sistema eléctrico.
Ante la coyuntura
Mientras tanto, durante toda la jornada de ayer, el Comité de Crisis integrado por técnicos y funcionarios de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), la empresa distribuidora de energía eléctrica (EDET), el Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento (Sepapys) y el Ente Regulador del Servicio de Aguas y Cloacas de Tucumán (Ersact), venía definiendo respuestas de emergencia puntuales ante la coyuntura.
En esa reunión, el presidente de la SAT, Alfredo Calvo, aseguró que el comité está en reunión permanente para seguir de cerca la situación “y afectar lo menos posible a los vecinos”. Añadió que con EDET se continuará con cronogramas planificados de corte “hasta tanto bajen las temperaturas”.
Hasta el martes, fuentes de EDET le aseguraban a LA GACETA que no había cortes programados con antelación, sino “en función de la demanda”. En cambio, ayer, el gerente general de EDET, Günther Hoffman, destacó que Alperovich les pidió en forma expresa que la empresa mantenga informada a la comunidad en qué zonas se realizarán cortes de energía y la frecuencia de los mismos, “de manera diaria y expeditiva”.
En igual sintonía, el ministro de Desarrollo Productivo, Jorge Feijóo, comentó que ayer se acordó establecer un esquema “fluido” de comunicación ante las emergencias que surjan en los servicios de energía eléctrica y de agua. “Se estableció una mesa de coordinación para prevenir a los usuarios de los problemas, con anticipación”, remarcó.
“La situación es el incremento de la demanda, combinada con la escasez de lluvias, lo que perjudica a la prestación de los servicios, tanto de luz como de agua”, remarcó el funcionario.
Inversiones y mora
Por su parte, el vocal del Ente Único de Control y Regulación de los Servicios Públicos Provinciales (Ersept) Santiago Yanotti, explicó que las obras de emergencia, previstas para este año con el propósito de mejorar la calidad del servicio de energía eléctrica en Tucumán se completaron parcialmente. Por lo tanto, afirmó que la empresa EDET será “multada por la demora en el plan de inversiones”. En diálogo con LA GACETA, remarcó que todos los años se prevén las inversiones necesarias para atender la demanda, y que los fondos para esas inversiones surgen de las tarifas que pagan los usuarios del servicio eléctrico.
“Pero este año, en el marco del Programa de Convergencia Tarifaria, que EDET aceptó, la Nación se comprometió a subsidiar obras por un valor de $ 200 millones, a cambio de que la empresa no incremente las tarifas de los usuarios. El envío de esos fondos se demoró, porque en el medio hubo cambio de autoridades en la Secretaría de Energía de la Nación. De los $ 200 millones que se habían anunciado, sólo llegaron $ 100 millones. Esos fondos ya se ejecutaron y las obras están hechas”, explicó.
Por otro lado, señaló que el Plan de Convergencia Tarifaria vence el 31 de diciembre y estimó que, hasta esa fecha, llegarán desde la Nación entre $ 30 y $ 40 millones. “Las obras que faltan se completarán hasta fines de diciembre. Estamos empujando, desde el Estado, para que EDET y Trasnoa, la empresa encargada del transporte de energía, las terminen”, insistió.
El funcionario explicó que hay dos grandes problemas en el sector energético: el abastecimiento y el transporte. En referencia al primero, señaló que los cables de alta tensión, que conducen la electricidad por el sistema nacional, no soportan la cantidad de energía que demandan los usuarios por las altas temperaturas en la región. “Entonces, lo que hace EDET es administrar la escasez de energía”, subrayó. El segundo problema, continuó , es de orden interno y tiene que ver con el transporte de energía. “En Tucumán, el consumo promedio es de 400 megavatios de potencia. El domingo hubo un récord de temperaturas altas y el consumo fue de 620 megavatios. Esto obligó a cortar el servicio”, concluyó.
El vocero de EDET Carlos Roldán explicó que la explosión, a la que calificó de “grave”, se produjo por la sobrecarga en el sistema eléctrico.
Ante la coyuntura
Mientras tanto, durante toda la jornada de ayer, el Comité de Crisis integrado por técnicos y funcionarios de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), la empresa distribuidora de energía eléctrica (EDET), el Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento (Sepapys) y el Ente Regulador del Servicio de Aguas y Cloacas de Tucumán (Ersact), venía definiendo respuestas de emergencia puntuales ante la coyuntura.
En esa reunión, el presidente de la SAT, Alfredo Calvo, aseguró que el comité está en reunión permanente para seguir de cerca la situación “y afectar lo menos posible a los vecinos”. Añadió que con EDET se continuará con cronogramas planificados de corte “hasta tanto bajen las temperaturas”.
Hasta el martes, fuentes de EDET le aseguraban a LA GACETA que no había cortes programados con antelación, sino “en función de la demanda”. En cambio, ayer, el gerente general de EDET, Günther Hoffman, destacó que Alperovich les pidió en forma expresa que la empresa mantenga informada a la comunidad en qué zonas se realizarán cortes de energía y la frecuencia de los mismos, “de manera diaria y expeditiva”.
En igual sintonía, el ministro de Desarrollo Productivo, Jorge Feijóo, comentó que ayer se acordó establecer un esquema “fluido” de comunicación ante las emergencias que surjan en los servicios de energía eléctrica y de agua. “Se estableció una mesa de coordinación para prevenir a los usuarios de los problemas, con anticipación”, remarcó.
“La situación es el incremento de la demanda, combinada con la escasez de lluvias, lo que perjudica a la prestación de los servicios, tanto de luz como de agua”, remarcó el funcionario.
Inversiones y mora
Por su parte, el vocal del Ente Único de Control y Regulación de los Servicios Públicos Provinciales (Ersept) Santiago Yanotti, explicó que las obras de emergencia, previstas para este año con el propósito de mejorar la calidad del servicio de energía eléctrica en Tucumán se completaron parcialmente. Por lo tanto, afirmó que la empresa EDET será “multada por la demora en el plan de inversiones”. En diálogo con LA GACETA, remarcó que todos los años se prevén las inversiones necesarias para atender la demanda, y que los fondos para esas inversiones surgen de las tarifas que pagan los usuarios del servicio eléctrico.
“Pero este año, en el marco del Programa de Convergencia Tarifaria, que EDET aceptó, la Nación se comprometió a subsidiar obras por un valor de $ 200 millones, a cambio de que la empresa no incremente las tarifas de los usuarios. El envío de esos fondos se demoró, porque en el medio hubo cambio de autoridades en la Secretaría de Energía de la Nación. De los $ 200 millones que se habían anunciado, sólo llegaron $ 100 millones. Esos fondos ya se ejecutaron y las obras están hechas”, explicó.
Por otro lado, señaló que el Plan de Convergencia Tarifaria vence el 31 de diciembre y estimó que, hasta esa fecha, llegarán desde la Nación entre $ 30 y $ 40 millones. “Las obras que faltan se completarán hasta fines de diciembre. Estamos empujando, desde el Estado, para que EDET y Trasnoa, la empresa encargada del transporte de energía, las terminen”, insistió.
El funcionario explicó que hay dos grandes problemas en el sector energético: el abastecimiento y el transporte. En referencia al primero, señaló que los cables de alta tensión, que conducen la electricidad por el sistema nacional, no soportan la cantidad de energía que demandan los usuarios por las altas temperaturas en la región. “Entonces, lo que hace EDET es administrar la escasez de energía”, subrayó. El segundo problema, continuó , es de orden interno y tiene que ver con el transporte de energía. “En Tucumán, el consumo promedio es de 400 megavatios de potencia. El domingo hubo un récord de temperaturas altas y el consumo fue de 620 megavatios. Esto obligó a cortar el servicio”, concluyó.
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