"Sordo": Una mirada al mundo de los que “hablan raro”

"Sordo": Una mirada al mundo de los que “hablan raro”

Estudiantes secundarios asistieron a la proyección de una ficción/documental sobre un grupo de actores hipoacúsicos que hacen una obra de teatro

FUNCIÓN MATINAL. Los jóvenes llenaron el espacio Incaa. LA GACETA/ FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO FUNCIÓN MATINAL. Los jóvenes llenaron el espacio Incaa. LA GACETA/ FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO
30 Octubre 2014
“¿Vieron que nosotros hablamos raro? Parece como si viniéramos de otro país, porque además manejamos un idioma distinto. Bueno, de allí sale nuestro nombre”. Esa es la explicación detrás de Extranjero, un grupo formado por actores sordos e independientes cuyos pasos sigue la película “Sordo”, que ayer se exhibió dos veces en el Festival Tucumán Cine Gerardo Vallejo. El filme -a su primera función asistieron estudiantes secundarios- inauguró la Muestra Discapacidad, que hoy y mañana continuará con la proyección de cortos.

Según explicó el director Marcos Martínez, que ayer estuvo presente en el Espacio Incaa, “Sordo” mezcla ficción con documental y, al mismo tiempo que muestra cómo los actores se preparan para una obra, cuenta aspectos reales de la vida de sus protagonistas. “Yo estaba medio obsesionado con la lengua de señas, por verla en la vida cotidiana en Buenos Aires. Me llamaba mucho la atención su expresividad y también la posibilidad que da de comunicarse a la distancia. Me pregunté cómo sería ese lenguaje aplicado a la actuación y empecé a averiguar si existían escuelas de teatro para sordos. En esa búsqueda encontré algunos grupos que no duraban mucho y otros que tenían una función más bien terapéutica y que nunca concretaban una puesta. Entonces les propuse a estos actores que formáramos un grupo para hacer una película. Entre todos armamos la historia”.

Otros caminos
El filme se mete en la intimidad colectiva e individual de estos artistas que se proponen un objetivo exigente: una puesta que, aunque está dirigida a todo público, no contempla la participación de una intérprete de lengua de señas. Los actores trabajan para que cualquier espectador pueda entender lo que ocurre en el escenario y la cámara los sigue en esa construcción de la obra, desde la forma de ensayar hasta la búsqueda de financiamiento. En la medida en que Extranjero es un grupo creado para este filme, muchos de los bloques que se refieren a su historia o sus posibilidades (dar charlas en escuelas, por ejemplo) fueron ficcionalizados. Pero mechado con ese guión surge el documental, que indaga en la vida, el pensamiento y la relación con el entorno de los actores, entre otros aspectos.

“Más allá de que sea un documental, los que participan son actores y me parecía importante que cobren como actores. Entonces conseguimos el apoyo del Ministerio de Trabajo de la Nación para que les pagara. Me interesaba mucho eso porque en general se piensa que el sordo solo puede dedicarse a tareas administrativas, como cargar datos, pero esto demuestra que hay personas que eligen otro camino y que les va bien. Lisandro Rodríguez, por ejemplo, filmó una película en España y hace videos que se pueden ver en YouTube; Damián Scigliano trabaja en canal Encuentro; Iris Huerga se dedica al modelaje, y Nelson Floridia estudió una carrera universitaria, algo que no es muy usual porque no todos pueden pagar un intérprete para llevar a clases ni tienen la constancia de seguir pese a les dificultades”, detalló Martínez sobre los actores de “Sordo”.

Sorpresa en la sala
El director -que dedicó un año a la investigación del tema antes de conseguir el apoyo del Incaa para filmar, en 2012- habló ayer con el público después de la función matinal. Aclaró que, desde un primer momento, evitó caer en la mirada lastimosa. “Lo que la película quiere mostrar es el esfuerzo y la dedicación de los actores sordos para llevar a cabo la obra; y también los conflictos que eso suscita, porque ellos se pelean entre sí y con sus familias durante el proceso. No quería vender un cuentito de hadas: no es que hay miles de grupos de teatro para sordos en Buenos Aires y todos tienen éxito”.

Cuando se le preguntó cuales fueron las dificultades durante el rodaje, Martínez respondió que el tiempo de entrenamiento fue largo porque los actores necesitaban entrar en confianza con el intérprete y que esto se logró luego de numerosos encuentros y diálogos entre ambas partes; también, agregó, la postproducción fue complicada porque necesitaba ayuda para traducir lo que ocurría en los ensayos guionados.

Hacia el final, además, una sorpresa aguardaba al director: la mamá de Iris, una de las actrices, se levantó de entre el público y le agradeció haber hecho la película. La mujer, que vino desde Jujuy al Festival, tomó el micrófono: “si hay padres de chicos sordos en la sala, les recomiendo no bajar los brazos e incentivarlos a que se superen constantemente”.

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