Una pesadilla que se repitió en los hogares, las escuelas y los hospitales

Una pesadilla que se repitió en los hogares, las escuelas y los hospitales

Los pobladores del sur tucumano se la pasaron ayer a la siesta masticando bronca. Y no fue para menos. Mientras el termómetro superaba el registro de 39º a las 13, un corte de energía eléctrica que se prolongó por casi dos horas, sumergió en una verdadera pesadilla a miles de vecinos de un amplio sector del municipio local, de Aguilares y Alberdi. Sin agua potable y sin poder hacer uso del aire acondicionado o el ventilador, para aliviar el calor, los relatos de los padecimientos se propagaron por miles a través de mensajes por celulares.

“Uno paga el servicio todos los meses y cuando más lo necesitas te lo cortan. Con estos calores no se puede estar dentro de casa sin aire acondicionado. Es asfixiante”, aseguró Manolo Esteo, del barrio Haimes, de Concepción.

En los centros asistenciales hay médicos que soportaron una dura odisea en los quirófanos cuando se produjo la interrupción del servicio eléctrico. El cirujano Jorge Rodríguez permaneció siete horas operando a un paciente con un tumor maxilar. Pudo concluir su trabajo, muy agobiado, gracias a un grupo electrógeno. Pero permaneció casi tres horas sin aire acondicionado. “Sufrí un calor espantoso. Un problema típico de los países subdesarrollados. Un desastre. En el momento del corte al paciente ya le había practicado la apertura del sector a intervenir. No se podía detener la cirugía”, contó el profesional. “Estoy muy cansado y enojado por lo que me tocó soportar”, concluyó.

A raíz de los frecuentes cortes del servicio eléctrico, el uso de los grupos electrógenos se hizo muy común no solo en los centros asistenciales, sino también en distintos comercios y oficinas administrativas.

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