Prisión perpetua al hombre que quemó y mató a su mujer

Prisión perpetua al hombre que quemó y mató a su mujer

Por unanimidad los jueces resolvieron que en octubre de 2011 el condenado le prendió fuego a la víctima tras una discusión Fabio Viterman Cruz fue encontrado culpable del crimen de su esposa, Fabiana Cruz

PEDIDO. Al hablar ante los jueces el imputado pidió que se haga justicia; el tribunal lo condenó a perpetua. la gaceta / foto de antonio ferroni PEDIDO. Al hablar ante los jueces el imputado pidió que se haga justicia; el tribunal lo condenó a perpetua. la gaceta / foto de antonio ferroni
29 Octubre 2014
“Quiero que se haga justicia, que se sepa la verdad. Soy inocente”, dijo ayer Fabio Viterman Cruz, antes de que los jueces se retiraran a debatir la sentencia. Fue la única vez que habló a lo largo del juicio que se seguía en su contra por el crimen de su esposa, Fabiana Mabel Cruz, quien murió quemada en octubre de 2011. Dos horas después, fue condenado a la pena de prisión perpetua.

El tribunal de la Sala III de la Cámara Penal (integrado por Dante Ibáñez, Carlos Caramuti y Emilio Páez de la Torre) lo halló culpable del delito de homicidio agravado por el vínculo y la decisión fue tomada por unanimidad. Cuando se terminó de leer el fallo, la guardia policial volvió a esposar al imputado, de 30 años, y lo llevó de regreso al penal de Villa Urquiza.

Viterman Cruz y su esposa vivían en una pieza que alquilaban en Lules. Según sostuvo la fiscala de Instrucción Adriana Giannoni en su requisitoria de elevación a juicio, la noche del 30 de septiembre de 2011 mantuvieron una discusión. En ese contexto, el hombre la habría rociado con alcohol y le habría prendido fuego. La víctima murió dos días después en el hospital Centro de Salud.

Sin compasión

Tanto la fiscala de Cámara Juana Prieto de Sólimo como la abogada querellante Teresita Mendilaharzu habían solicitado la pena máxima para Viterman Cruz. La primera descartó en su alegato la posibilidad de que hubiera ocurrido un accidente doméstico.

“Los vecinos que auxiliaron a la víctima la vieron salir en llamas, sola y pidiendo auxilio. Se revolcaba en el piso para tratar de apagar las llamas. Y su esposo le decía: ‘mirá lo que te has hecho’. Ni una palabra de compasión tuvo”, remarcó Prieto de Sólimo.

La fiscala también citó el resultado de la pericia psiquiátrica de Viterman Cruz, que hablaba de “total frialdad, control de sus emociones y desplazamiento de la responsabilidad a la víctima”. Asimismo, recordó que Cruz le pedía a su marido que la acompañe al hospital y él no quería ir. “Le dijo que no tenía plata para el remise”, reprodujo.

Por último, Prieto de Sólimo describió cómo encontró la habitación matrimonial la primera persona que entró después del hecho. “Había ropa de él tirada, fotos arrugadas del casamiento y un cuchillo en el piso, mientras que sobre una mesa estaba una botella de alcohol parada”, precisó, y afirmó que en ese lugar hubo una pelea marital porque Cruz sospechaba de una infidelidad.

La abogada querellante, por su parte, hizo hincapié en la postura de Viterman Cruz, quien en ningún momento aceptó hacer declaraciones sobre el hecho. “El silencio del imputado y su actitud de paralización y frialdad se mantienen desde el día del hecho, con el agravante de que nunca trató de apagar el fuego de Mabel”, destacó Mendilaharzu.

Absolución e inmediata libertad del acusado fue el pedido del defensor Gustavo Morales. El abogado enumeró y argumentó una serie de irregularidades por las cuales solicitaba la nulidad de la acusación y la exclusión de las pruebas. Luego expuso su hipótesis del hecho: “la presunta víctima, para intimidar al imputado, se arrojó alcohol y se prendió fuego en la cama”. En ese sentido, señaló que Cruz era diestra y remarcó que las quemaduras de mayor gravedad las había sufrido en el lado izquierdo, lo cual -según sostuvo- reforzaría la posibilidad de que se haya autolesionado.

Morales también hizo alusión al testimonio de un perito de Bomberos, quien declaró que si la víctima se hubiese prendido fuego estando parada, debía haber quedado una aureola en el techo. “Pero no encontraron nada”, insistió.

El alegato de la defensa finalizó con el recuerdo de la última palabra de la víctima: “perdoname”. Según Morales, un testigo aseguró haber escuchado a la mujer cuando le pedía perdón a su esposo. “Hoy ella le estaría diciendo ‘perdoname por todo lo que están diciendo de vos’”, expresó.

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