“No disparé, le toqué la mano a ella y salió el disparo”

“No disparé, le toqué la mano a ella y salió el disparo”

Abregú dio su relato de la muerte de Pamela

ACUSADO. Abregú explica cómo se disparó el arma que mató a Pamela. la gaceta / foto de osvaldo ripoll ACUSADO. Abregú explica cómo se disparó el arma que mató a Pamela. la gaceta / foto de osvaldo ripoll
28 Octubre 2014
El policía federal Fabio Abregú deberá aguardar hasta el viernes para que se defina si lo condenarán a tres años de prisión por el homicidio culposo de Pamela Núñez o si los jueces consideran que cometió homicidio simple con dolo eventual, que tiene penas de hasta 25 años de prisión, u homicidio agravado (prisión perpetua) por ser un funcionario público.

Ayer se realizó la penúltima jornada del juicio oral por la muerte de Pamela, ocurrida el 21 de noviembre de 2010. Luego de la declaración del médico Eduardo Rogel Chaler, que practicó la autopsia, habló el policía federal. “Ella (Pamela) buscaba un CD de música y me acordé del arma. Le pregunté si estaba ahí. Me la pasó, toqué su mano y salió el disparo”, dijo Abregú a los camaristas Carlos Jesús Pellegri, José Alfredo Garzia y María Raquel Asís. “La toqué y para mí ya estaba muerta”, agregó.

Abregú, su hermana Cecilia, Pamela y otras dos mujeres habían salido a bailar la noche del 20 de noviembre de 2011. Cuando ocurrió el hecho, luego de una sucesión de incidentes, estaban en el auto el policía, su hermana, la víctima y dos muchachos que ocasionalmente los acompañaban.

“Los muchachos se bajaron y mi hermana me preguntó qué íbamos a hacer. Le dije que busquemos a papá para que nos acompañe al hospital, a la comisaría, a hablar con los familiares de Pamela. Manejé rápido, llovía mucho, estaba nervioso. Ahí se me fue el auto para la banquina”, explicó Abregú.

El barro y la lluvia le impidieron a Abregú sacar el auto del lugar en el que había caído. No encontraban los teléfonos celulares y la desesperación se apoderó del policía federal. “Puse el arma en el volante y me disparé a quemarropa”, afirmó. La bala lo hirió en el hombro derecho. El acusado relató que se despertó en el hospital, donde supo que su hermana Cecilia también había intentado quitarse la vida.

“No disparé, le toqué la mano a ella y salió el disparo. Fue un accidente, nunca tuve la intención de matar”, aseguró el acusado al terminar su declaración.

En los alegatos el fiscal de Cámara Ramón Rojas pidió que el policía federal sea condenado a prisión perpetua o, si el tribunal cree que no es un homicidio agravado, a 24 años de prisión, y el querellante Horacio Carbonell a perpetua o 25 años de cárcel. El defensor Sergio Faiad solicitó tres años de prisión efectiva por homicidio culposo.

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