Se vislumbra un escenario de paridad para la segunda vuelta en Uruguay

MONTEVIDEO.- El candidato presidencial de izquierda de Uruguay y su joven rival conservador arrancaron una carrera en busca de alianzas para un cerrado balotaje, que decidirá entre seguir con un modelo de logros sociales y polémicas iniciativas o dar un giro para atacar problemas pendientes como la inseguridad. Con prácticamente el total de los votos de las elecciones del domingo escrutados, el ex mandatario de izquierda Tabaré Vázquez logró un 47,9 % frente al 30,9 % de Luis Lacalle Pou, un diputado hijo de otro ex presidente (Luis Alberto Lacalle), según resultados oficiales de la Corte Electoral.

“Tenía la impresión de que ganaríamos en primera vuelta, no fue así, me equivoqué y cabe reconocerlo”, indicó Vázquez a sus seguidores el domingo por la noche. Vázquez, un médico de 74 años que llevó por primera vez a la izquierda al poder hace una década, busca consolidar las políticas que abrieron el camino a la estabilidad económica, la reducción de la pobreza y a iniciativas progresistas como el matrimonio del mismo sexo, el aborto y la legalización de la marihuana. Con todo, prometió que impulsará el “diálogo, el respeto, la tolerancia y, más allá de las mayorías parlamentarias que se puedan conquistar, siempre el camino será buscar ese encuentro de diálogo y respeto”.

Pero muchos uruguayos están cansados de los altos impuestos que paga la clase media, del deterioro en el sistema de salud y de una mayor inseguridad en las calles del pequeño país ganadero. Muchos tampoco miran con buenos ojos el proyecto pionero en el mundo de legalizar la producción de cannabis.

Sacando provecho de ese descontento, Lacalle Pou, un aficionado al surf y padre de tres hijos, se presenta como el rostro renovador del conservadurismo. Y si bien comparte en reglas generales el rumbo económico, ha prometido mejorar el sistema de educación, acabar con la inseguridad y derogar parte de una ley que hace legal el comercio y la producción de marihuana.

Las alianzas

Para consagrarse, es importante que los candidatos logren hacer alianzas. Y más aún para Lacalle Pou, porque para alcanzar al candidato izquierdista debe cerrar acuerdos con agrupaciones de derecha y del otro lado del espectro también.

“No se trata aquí de sacar al Frente Amplio, no se trata de mayorías parlamentarias o no, se trata de llegar al Gobierno y para eso vamos a hablar con todo el mundo siempre y cuando uno en la negociación no se desdibuje”, sostuvo Lacalle Pou en un discurso.

De momento, el candidato conservador ya consiguió el respaldo del postulante que quedó tercero en los comicios, Pedro Bordaberry que obtuvo el 12,92% de los votos. “Estoy convencido de que Lacalle Pou es lo mejor para mi patria, para los uruguayos todos”, dijo Bordaberry.

Desde hace décadas, el histórico Partido Nacional de Lacalle Pou se ha aliado cuando se necesitaba al Partido Colorado, otra agrupación de centroderecha muy conservadora. Y esa alianza podría llevar hoy a la segunda vuelta más reñida en al menos 20 años. “Trabajaré cada hora en los próximos 34 días para que el doctor Lacalle Pou gane el balotaje”, insistió Bordaberry.

Lacalle Pou, de 41 años, también planea acercarse en los próximos días a agrupaciones como el izquierdista Partido Independiente, que llevó como candidato a Pablo Mieres y que obtuvo un 3, 07 % de los votos según los datos oficiales. “Con este escenario no hay favoritos”, señaló ayer el politólogo Daniel Chasquetti por Canal 12. “Vamos a ir a un final parecido al de Dilma y Aécio Neves”, aseguró aludiendo a las elecciones de Brasil que se dirimieron el domingo en un cerrado balotaje a favor de la presidenta Dilma Rousseff. El balotaje se celebrará el 30 de noviembre. (Reuters-especial)