Por Federico Espósito
27 Octubre 2014
SOCIEDAD. Martínez se abraza con Carrizo, que lo dejó solo frente al arco para convertir el segundo gol. “Burrito” fue lo mejor del “xeneize” y quiere pelear su lugar. DYN
A propósito de Juan Manuel Martínez, la relación costo-beneficio nunca fue la que Boca tenía en mente al momento de desembolsar más de tres millones de dólares por la mitad de su pase, hace casi dos años. De hecho, por estos días se dijo que el jugador ya tenía la valija a medio hacer para volver a Vélez durante el receso estival, cansado de esperar una oportunidad por la que, hay que decirlo, nunca hizo mucho mérito.
Todo cambió ayer. En un sólo partido, “Burrito” hizo defensa de sí mismo y justicia para Boca. Primero, acalló las críticas con desequilibrio y con goles, que al fin y al cabo son el lenguaje de un delantero como Dios manda. Y segundo, su doblete le dio al “xeneize” un triunfo por el que había hecho bastante más que el “halcón”.
En la primera que tuvo, Martínez se sacó dos rivales de encima, encaró y definió cruzado. Poco antes del descanso, lo fue a atorar al arquero Pellegrino, que no tuvo mejor idea que cucharearla por encima del delantero, Carrizo -de buen partido- la primereó y se la sirvió al “Burrito”, que definió solo.
Lo que hizo mal el “1” hasta entonces lo reparó en el segundo tiempo, tapándole un fuerte remate a Carrizo y desviando con las uñas una pelota de Gigliotti que se metía junto al palo. Agustín Orión, por caso, también tuvo que ver en el resultado. Tapó una llegada clarísima al lado del palo y sobre el final mandó al córner un sablazo de Benítez. Por él, pero sobre todo por este Martínez que se pareció al que desolaba arqueros en Vélez, es que Boca sigue en la pelea.
Todo cambió ayer. En un sólo partido, “Burrito” hizo defensa de sí mismo y justicia para Boca. Primero, acalló las críticas con desequilibrio y con goles, que al fin y al cabo son el lenguaje de un delantero como Dios manda. Y segundo, su doblete le dio al “xeneize” un triunfo por el que había hecho bastante más que el “halcón”.
En la primera que tuvo, Martínez se sacó dos rivales de encima, encaró y definió cruzado. Poco antes del descanso, lo fue a atorar al arquero Pellegrino, que no tuvo mejor idea que cucharearla por encima del delantero, Carrizo -de buen partido- la primereó y se la sirvió al “Burrito”, que definió solo.
Lo que hizo mal el “1” hasta entonces lo reparó en el segundo tiempo, tapándole un fuerte remate a Carrizo y desviando con las uñas una pelota de Gigliotti que se metía junto al palo. Agustín Orión, por caso, también tuvo que ver en el resultado. Tapó una llegada clarísima al lado del palo y sobre el final mandó al córner un sablazo de Benítez. Por él, pero sobre todo por este Martínez que se pareció al que desolaba arqueros en Vélez, es que Boca sigue en la pelea.
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