26 Octubre 2014
LA METAMORFOSIS. Pepe, que siempre se calzó el traje de villano en los clásicos, ayer dio clase de caballerosidad y se dio el gusto de anotar un gol de cabeza.
Real Madrid está dulce. Probó las mieles del éxito al dar una muestra de contundencia al imponerse por 3-1 a Barcelona en el clásico de la Liga española, con lo que se acercó a un punto de la cima de la tabla.
El equipo conducido por Carlo Ancelotti exhibió en los momentos clave la contundencia de un equipo consolidado y desnudó las penurias de un rival que llegaba al clásico invicto, sin goles en contra en ocho partidos, pero con dudas latentes sobre su fútbol.
“Este es el equipo que quiero. Estamos siguiendo la idea del año pasado, intentando mejorarla y en este momento todo nos está saliendo bien. El equipo tiene la costumbre de jugar con esta filosofía y todos están jugando muy bien”, celebró Ancelotti.
El “merengue” logró reponerse al golpe tempranero del gol de Neymar en el amanecer del encuentro y construyó la remontada con paciencia y oportunismo ofensivo. De hecho, Real Madrid no remontaba un clásico a Barcelona desde hace 21 años. La última vez había sido en 1993, cuando derrotó por 3-1 al conjunto azulgrana en la Supercopa de España tras perder inicialmente por 1-0.
Cristiano Ronaldo, siempre presente en la cuenta goleadora de su equipo, empató de penal y luego Pepe y Benzema terminaron de dar vuelta la historia del encuentro.
De esta manera, el equipo blanco se impuso en el primer clásico de la temporada, demostró ser un conjunto con más variantes y, hasta el momento, más completo que los dirigidos por Luis Enrique y dejó en el olvido los fantasmas del inicio de la temporada.
Barcelona, que perdió su primer partido del campeonato y recibió los primeros goles, sigue siendo el líder con un punto de ventaja, pero dejó la imagen de un equipo que todavía está lejos de su rival acérrimo en la lucha por los títulos.
“Esta es una derrota que deja claramente la idea de que hay rivales tan buenos como nosotros o incluso como mejores, como sucedió esta vez”, detalló el entrenador de Barcelona.
Los menos esperados
Los simpatizantes de Real Madrid habían concurrido para asistir a una clase de Ronaldo, pero se fueron sorprendidos porque el portugués no estuvo a la altura de las circunstancias y porque además, los que brillaron en el duelo fueron Pepe, Iker Casillas, Karim Benzema e Isco.
No hay jugador más odiado por la hinchada de Barcelona que Pepe. Si en anteriores clásicos -especialmente cuando estaba a las órdenes del técnico José Mourinho- aparecía como un jugador hiperexcitado, hasta violento, la llegada de Ancelotti actuó como un anestesiante de su adrenalina mal orientada.
“Ha sido un regalo para Pepe, ha marcado un buen gol”, aseguró después su compañero Sergio Ramos.
Final picante
“Ha sido un tiempo para cada uno. La segunda parte fue para el Real Madrid. Hemos recibido el segundo gol en un córner que a ellos les ha ayudado y les ha permitido jugar al contraataque”, dijo el experimentado Xavi Hernández..
“Ha sido una parte para cada uno. En la primera parte se vio a un buen Barcelona. Hemos intentado hacer vigilancias, pero ellos salieron bien a las contras. El tercer gol fue una jugada desgraciada en la defensa. Ellos viven de las contras y no los hemos podido parar”, afirmó Xavi, en referencia al gol de Benzema, producto de un error entre Andrés Iniesta y Javier Mascherano en el inicio de una contra rival.
La respuesta no tardó en llegar. “No es así. Nuestros aficionados han coreado ‘olés’ (cántico que se produce ante la constancia de pases cortos ininterrumpidos de un equipo) y eso lo dice todo. Hemos jugado con un día menos de recuperación que ellos y les hemos demostrado nuestra categoría. Hay que seguir con humildad”, afirmó Pepe. Las palabras del defensor no terminaron ahí. “En la segunda parte salimos con mentalidad ganadora y dimos vuelta el partido porque tuvimos las ganas de hacerlo. Les recuerdo a todos que la Décima (Copa de Europa) no llegó por casualidad”, sostuvo el central.
El equipo conducido por Carlo Ancelotti exhibió en los momentos clave la contundencia de un equipo consolidado y desnudó las penurias de un rival que llegaba al clásico invicto, sin goles en contra en ocho partidos, pero con dudas latentes sobre su fútbol.
“Este es el equipo que quiero. Estamos siguiendo la idea del año pasado, intentando mejorarla y en este momento todo nos está saliendo bien. El equipo tiene la costumbre de jugar con esta filosofía y todos están jugando muy bien”, celebró Ancelotti.
El “merengue” logró reponerse al golpe tempranero del gol de Neymar en el amanecer del encuentro y construyó la remontada con paciencia y oportunismo ofensivo. De hecho, Real Madrid no remontaba un clásico a Barcelona desde hace 21 años. La última vez había sido en 1993, cuando derrotó por 3-1 al conjunto azulgrana en la Supercopa de España tras perder inicialmente por 1-0.
Cristiano Ronaldo, siempre presente en la cuenta goleadora de su equipo, empató de penal y luego Pepe y Benzema terminaron de dar vuelta la historia del encuentro.
De esta manera, el equipo blanco se impuso en el primer clásico de la temporada, demostró ser un conjunto con más variantes y, hasta el momento, más completo que los dirigidos por Luis Enrique y dejó en el olvido los fantasmas del inicio de la temporada.
Barcelona, que perdió su primer partido del campeonato y recibió los primeros goles, sigue siendo el líder con un punto de ventaja, pero dejó la imagen de un equipo que todavía está lejos de su rival acérrimo en la lucha por los títulos.
“Esta es una derrota que deja claramente la idea de que hay rivales tan buenos como nosotros o incluso como mejores, como sucedió esta vez”, detalló el entrenador de Barcelona.
Los menos esperados
Los simpatizantes de Real Madrid habían concurrido para asistir a una clase de Ronaldo, pero se fueron sorprendidos porque el portugués no estuvo a la altura de las circunstancias y porque además, los que brillaron en el duelo fueron Pepe, Iker Casillas, Karim Benzema e Isco.
No hay jugador más odiado por la hinchada de Barcelona que Pepe. Si en anteriores clásicos -especialmente cuando estaba a las órdenes del técnico José Mourinho- aparecía como un jugador hiperexcitado, hasta violento, la llegada de Ancelotti actuó como un anestesiante de su adrenalina mal orientada.
“Ha sido un regalo para Pepe, ha marcado un buen gol”, aseguró después su compañero Sergio Ramos.
Final picante
“Ha sido un tiempo para cada uno. La segunda parte fue para el Real Madrid. Hemos recibido el segundo gol en un córner que a ellos les ha ayudado y les ha permitido jugar al contraataque”, dijo el experimentado Xavi Hernández..
“Ha sido una parte para cada uno. En la primera parte se vio a un buen Barcelona. Hemos intentado hacer vigilancias, pero ellos salieron bien a las contras. El tercer gol fue una jugada desgraciada en la defensa. Ellos viven de las contras y no los hemos podido parar”, afirmó Xavi, en referencia al gol de Benzema, producto de un error entre Andrés Iniesta y Javier Mascherano en el inicio de una contra rival.
La respuesta no tardó en llegar. “No es así. Nuestros aficionados han coreado ‘olés’ (cántico que se produce ante la constancia de pases cortos ininterrumpidos de un equipo) y eso lo dice todo. Hemos jugado con un día menos de recuperación que ellos y les hemos demostrado nuestra categoría. Hay que seguir con humildad”, afirmó Pepe. Las palabras del defensor no terminaron ahí. “En la segunda parte salimos con mentalidad ganadora y dimos vuelta el partido porque tuvimos las ganas de hacerlo. Les recuerdo a todos que la Décima (Copa de Europa) no llegó por casualidad”, sostuvo el central.
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