El Gobierno tiene tres caminos económicos

El Gobierno tiene tres caminos económicos

La estrategia del Gobierno para encarar el problema de la deuda, y las dificultades cambiarias aimentan las expectativas de una devaluación y potencian la caída de la actividad.

 taringa.net taringa.net
26 Octubre 2014
La economía se complica. Las expectativas negativas aumentan y el escenario cambiario se dificulta. Todo esto impacta negativamente sobre el consumo, sobre la inversión, sobre el empleo y sobre la actividad económica. En tanto, los problemas cambiarios generan costos altos para el sector empresario y, en consecuencia, para el empleo. A mayores expectativas de devaluación monetaria, con más trabas cambiarias, y mayor brecha entre la cotización del dólar oficial y la el paralelo, más fuertes son los canales de transmisión negativa hacia la economía real. Este escenario extiende sus sombras -con diferente intensidad- sobre toda la economía.

En un informe reciente, la consultora Economía & Regiones (E&R) afirma que en el contexto actual, no hay sector ni actores económicos que se “salven” de las consecuencias. Según la estimación de Producto Bruto Interno (PBI), que elabora la consultora, en el primer semestre del año el nivel de actividad cayó 1,7% interanual. “A partir de julio se agravaron los problemas cambiarios y se potenció la caída de la actividad”, remarca el estudio.

Según las proyecciones de E&R, la segunda mitad del año será peor que la primera y el nivel de actividad retrocederá con mayor fuerza. “Hacia el final del año, el PBI caería alrededor del 3%”, advierte. Por otro lado, la consulta señala que la economía nacional “no tiene de donde agarrarse para dejar de caer”. La estrategia del Gobierno -advierte E&R- para encarar el problema de la deuda (con los holdouts), y las dificultades cambiarias, sólo alimentan más las expectativas de una devaluación, y potencian la caída de la actividad. “Todas las variables de la economía están peor que hace un año: hay más déficit, más emisión monetaria, más expectativas de devaluación, un dólar “blue” más caro, una brecha cambiaria más amplia, menos exportaciones, menor superávit comercial, nuevo default, mayor escasez de dólares y menor actividad”, considera la consultora. Sin un rumbo claro, afirma, la economía del país se dirige hacia un escenario en el cual el nivel de actividad retrocedería alrededor del 5% interanual en el último trimestre del año.

Tres caminos

El Gobierno nacional tiene tres caminos a seguir hasta que finalice de su mandato en diciembre de 2015: acordar con los fondos buitre, no acordar y afrontar un contexto de mayor recesión, y controlar la política fiscal. La primera alternativa, según la E&R, es la más probable, y es la que transita actualmente la economía nacional. “En este escenario no hay acuerdo con los holdouts, por lo que la economía continuaría en default y se potenciará la política fiscal expansiva de aumento del déficit financiado con emisión monetaria”, explica.

Las expectativas de una devaluación del peso se incrementarían y la demanda de dinero caería aún más. “Por ende el dólar paralelo se encarecería, y provocaría un aumento de la brecha cambiaria y de la inflación, argumenta la consultora. Por otro lado, en este escenario económico, con un tipo de cambio oficial cuasi fijo, el retraso cambiario se acentuaría y la economía se encaminaría a un episodio similar al de enero de 2014. “Pero esta vez se necesitaría más devaluación y más tasa de interés para volver a comprar tiempo y llegar al final de mandato”, advierte.

De persistir este escenario, según E&R, la tasa de crecimiento prevista para 2015 será más negativa que la de este año, con un aumento del nivel general de precios superior al 50% anual.

Sin cambios, no hay resultados

La consultora afirma que en la medida en que la economía transite por el camino actual, crecerán las posibilidades de que el Gobierno vire hacia un segundo camino, que implica acordar con todos los holdouts para salir del default. “Al convenio con los fondos especulativos se llega más por necesidad que por convencimiento. Sin embargo, arreglar con los holdouts para tener acceso al mercado de capitales, y obtener financiamiento fresco, seguirá siendo un parche sin cambios profundos en las políticas fiscal y monetaria”, argumenta E&R. Sin embargo, agrega que este segundo escenario también es menos “doloroso” que el camino actual, ya que con un eventual acuerdo por la deuda, el Gobierno nacional se endeudaría para devaluar menos y para bajar la inflación. “Al propiciar un escenario de menor devaluación y de menos inflación, el acuerdo con los holdouts auguraría un mejor escenario económico, más gobernabilidad y un traspaso de mandato más ordenado que con el camino actual”, proyecta el informe.

El segundo camino, en el que regulariza sus pasivos, abandona la política de desendeudamiento y toma nueva deuda, el Gobierno debería apuntar a obtener divisas para moderar la caída de reservas, la crisis cambiaria y el nivel de actividad. “Esta estrategia buscaría sostener las reservas en dólares del Banco Central, para otorgarle mayor poder de fuego a la entidad monetaria y moderar el tipo de cambio, para anclar las expectativas de depreciación del dólar informal”, explica E&R.

Al mismo tiempo, el informe plantea la siguiente duda: ¿por cuánto debería endeudarse el Gobierno? “El escenario de mínima es endeudarse para arreglar el default y cerrar con los holdouts para poder volver a tener financiamiento internacional, por primera vez, luego de 12 años. En ese caso, se le debería pagarles a los holdouts un total de, aproximadamente, U$S 12.000 millones (más los intereses devengados en 2014)”, explica la consultora. Este pago -prosigue- podría articularse mediante la colocación de bonos replicando el pago a Repsol (por paquete accionario del 51% de YPF). “De este modo, la colocación se estimaría U$S 15.000 millones, considerando que los acreedores puedan vender el bono en el mercado y recuperar sus acreencias en efectivo”, subraya.

Sin embargo, la consultora advierte que el valor del dólar de referencia también depende de la política monetaria (circulante de pesos), que desarrolle el Gobierno, en base a las necesidades financieras del Tesoro. “Para que el tipo de cambio no aumente, y para evitar presiones sobre el dólar paralelo y sobre las reservas, el Gobierno también debería emitir deuda para contrarrestar los ‘nuevos’ pesos que el BCRA emitirá para financiar al Tesoro en 2015. En este contexto, es relevante considerar la esfera fiscal”, recalca el informe.

El escenario fiscal, las necesidades de emisión monetaria en 2015 y la estabilidad cambiaria dependen de la política monetaria que, según E&R, está cada vez más supeditada a la esfera fiscal. “Este año cerraría con un rojo de $ 96.000 millones, aún considerando los recursos de la Anses y las utilidades del BCRA”, concluye el estudio.

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