No es un puñado de dólares

No es un puñado de dólares

Hay dos términos que ocupan largas charlas en las tertulias del coloquio de IDEA: dólares e importación. Muchos de los CEO presentes ya no saben cómo hacer para presentar sus balances a las casas matrices porque el Banco Central no les asigna las divisas que alguna vez se comprometió a distribuir. ¿Cuántos dólares debía darte el Banco Central y no te los dio? ¿Cuánto más hay que esperar? ¿Qué diré a la casa matriz frente a esta política de retener divisas? Esos fueron algunos de los interrogantes que lanzaron los hombres de negocios; a muchos de ellos se les cortó la cuenta corriente por efecto del cepo cambiario. Las promesas oficiales se renuevan y no se trata de un puñado de dólares. Luis Secco, economista de Perspectivas Económicas, mencionó una deuda cercana a los U$S 5.000 millones, casi el mismo nivel que las liquidaciones que prometieron efectuar los cerealeros en este último tramo de 2014. Las expectativas de los ejecutivos dio cuenta que el 57% se perjudicó con las restricciones a las importaciones en la compra de insumos. El problema no se circunscribe al sector automotor y a las ensambladoras tecnológicas de Tierra del Fuego. Afecta a todas las actividades. Si no hay ese material, la industria no puede salir de la crisis. En consecuencia, se prolonga la recesión, temen los empresarios, si la Casa Rosada no llega a un acuerdo con los acreedores foráneos. Por eso, muchos piensan que el principio del fin del modelo económico que rigió la última década puede llegar a alumbrar recién en 2016.

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