En Laprida al 2.000 piensan que linchar es solo un escarmiento

En Laprida al 2.000 piensan que linchar es solo un escarmiento

Los manifestantes aseguran que sufren robos casi todos los días. Afirman que la Policía no responde a sus llamados Tras el robo en un verdulería en la que hubo un tiroteo los vecinos pidieron seguridad

HARTAZGO. Los vecinos de Laprida al 2.000 protestaron ayer frente a la verdulería en la que ocurrió el asalto. la gaceta / fotos de antonio ferroni HARTAZGO. Los vecinos de Laprida al 2.000 protestaron ayer frente a la verdulería en la que ocurrió el asalto. la gaceta / fotos de antonio ferroni
22 Octubre 2014
Ni Mónica ni Martín, los dueños de la verdulería que fue asaltada por dos sujetos el lunes a la noche en Laprida al 2.000, estuvieron ayer en la reunión de protesta que realizaron sus vecinos para reclamar por la inseguridad con la que deben convivir en esa zona de la capital.

Los vecinos que fueron entrevistados por este diario coincidieron en que los dos comerciantes estaban muy asustados por la traumática situación que tuvieron que afrontar. “Acá tenemos que salir en auto o tomar un taxi porque no podemos ir a la esquina a tomar un ómnibus sin que nos quiten la cartera o nos golpeen para asaltarnos”, dijo Selva Molina, una de las vecinas que estuvo en la protesta.

El robo ocurrió alrededor de las 21.30 y uno de los ladrones fue reducido en Rivadavia al 1.900 por los vecinos y por el comisario Julio Ariel Santillán que intervino para frustrar el asalto.

Santillán, jefe de la Patrulla Motorizada de Yerba Buena, vive en la zona y estaba llegando a su casa cuando se percató del robo, se tiroteó con los ladrones e hirió a uno de ellos en el pie, relataron el comisario y los vecinos.

Ese sujeto recibió una brutal golpiza por parte de los vecinos. Pero, según Molina, ese comportamiento fue una reacción de impotencia ante la inseguridad. “Esto no es linchamiento. Es escarmiento porque la Policía nunca está. Yo soy muy católica, creo mucho en Dios pero no soy tonta. Ellos (por los ladrones) mataron a un chico, hirieron a una vecina que gracias a Dios no murió desangrada y nadie dice ni hace nada. Estamos hartos de ver este tipo de reclamos por la televisión”, (sic) analizó la mujer.

El homicidio al que hizo referencia Molina fue el asesinato de Iván Sénneke, el joven de 19 años al que le dispararon en la cabeza en 2011 durante un robo cometido en la esquina de Rivadavia y Delfín Gallo. Y la vecina herida es Mariela Ester Marchiano, baleada en agosto pasado en Rivadavia al 2.200.

Esta parte de la ciudad cuenta con el sistema de alarma vecinal “Alerta Tucumán”. Pero los vecinos niegan que sea una solución definitiva. “Anoche (por el lunes) sonaba la alarma pero ¿qué podemos hacer? Este sistema sirve sólo para que los vecinos se alerten, pero no quiere decir que la Policía vaya a llegar. Nosotros no podemos hacer nada. La gente sale para espantarlos (a los ladrones) pero los que tienen que venir son los policías. Siempre llamamos a la seccional 5ª y al 911 pero nunca llegan. Acá, en la Manuel Estrada todos los días hay un robo”, advirtió Sandra Pérez. En este sentido, Fátima Carrasco, otra de las manifestantes, dijo que uno de los ladrones pasó por el frente de su casa. “El asaltante pasó por la vereda caminando y haciendo tiros como si nada. Estaba vestido con una bermuda clara, una gorra y una musculosa. Y la semana pasada en esta esquina (Laprida y Manuel Estrada) había dos chicos con cuchillos. Usted va a ver que acá dice zona vigilada, pero eso es un chiste”, enfatizó. En ese contexto, Isabel Ibidis dijo que en esa zona no se ve patrullar a la Policía.

El comisario Santillán dijo que los ladrones usaban pistolas 9 mm y que él tuvo que realizar siete disparos para disuadirlos.

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