El ídolo, el amigo

El ídolo, el amigo

Nasif Estéfano perdura en el tiempo por lo que hizo y por lo que fue

UN GANADOR. Nasif Estéfano, junto al Ford. El piloto concepcionense concretó una campaña deportiva de la cual aún hoy se habla con gran admiración. UN GANADOR. Nasif Estéfano, junto al Ford. El piloto concepcionense concretó una campaña deportiva de la cual aún hoy se habla con gran admiración.
22 Octubre 2014
Desde hace 41 años, en Concepción la espera por el ídolo sigue latente. Ayer la costumbre se mantuvo. Cómo si no, si la figura de Nasif Estéfano tendrá por siempre ese halo de frescura que, pese al paso del tiempo, paradójicamente recobrará vida. Misterio de las pasiones puestas en formato de automovilismo deportivo.

La fría historia dirá que “El Califa” falleció trágicamente el 21 de octubre de 1973, mientras disputaba el Gran Premio de la Reconstrucción Nacional, por la fecha 13 del campeonato de Turismo Carretera. Un desperfecto mecánico en la pedalera de los frenos de su Ford Falcon provocó que siga de largo en una curva cercana a la localidad riojana de Aimogasta. La máquina dio varios tumbos y su cuerpo salió despedido del habitáculo. Pese a su deceso, al final de la temporada se convertiría en el primer campeón post mortem de la historia del TC.

La historia caliente habla de sus conquistas en las categorías en las que corrió, de la admiración que generaba en el público y en sus rivales, de sus historias, que son muchas y ricas de matices.

Un muy joven Juan María Traverso compartió con Nasif muchos momentos, de los buenos y de los malos. Una anécdota que contó “El Flaco” es poco conocida, pero real. “El equipo Ford no me dejó intervenir en el Gran Premio porque tenía todo preparado para Héctor Gradassi y Nasif Estéfano; pero yo fui igual, para verlos correr. El sábado, ‘El Turco’ venía ganando la etapa por más de 1’. Al terminar la jornada me invitó a ir hasta la Virgen del Valle, de la que él era muy devoto. El santuario tenía una particularidad: se veía desde dos sitios distintos y siempre la virgen estaba de frente, porque giraba. Pero nosotros fuimos por un lado en el que la imagen estaba de espaldas. Una mujer que estaba cerca nos dijo: “eso es mal presagio’. Al otro día largó la etapa y a los 100 kilómetros se mató.”

Juan Carlos Pérez Loizeau, periodista y fanático del automovilismo, contó en su página web sobre Nasif. “Como piloto profesional tenía que hacer buena letra. Junto con Andrea Vianini corrieron en Europa. En Nürburgring fueron quintos en su categoría, en los 1.000 kilómetros. Luego fueron a las 12 Horas de Reims, con un Porsche 904. Agarraron la punta y se fueron. Desde el box, Huschke von Hanstein, director del equipo Porsche les rogaba, con señas, que cuidaran un poco, para que ganara un auto oficial. Justo a ellos... Ganaron y esa pareja, imposible de olvidar, estuvo de festejo largo rato.”

Nasif perdura en el recuerdo de los fanáticos por lo que fue, por lo que hizo. Siempre habrá una anécdota más que contar de él.

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