Encañonan a un comerciante frente a la comisaría de El Colmenar

Su oficina está ubicada frente a la comisaría de El Colmenar. Sin embargo, ya lo asaltaron dos veces en los últimos tres meses, siempre con violencia y a mano armada. Ante la falta de protección, León Cristal se vio obligado a invertir una suma elevada de dinero para blindar sus paredes y defenderse de los delincuentes.

Cristal está a cargo de la sucursal de “Seguros Rivadavia” de El Colmenar desde hace siete años. Según él mismo señaló, la oficina está ubicada unos 40 metros en diagonal a la comisaría local, sobre William Cross al 2.900. “El viernes a las 20 entraron dos ladrones armados, me encañonaron y me pegaron un culatazo en la cabeza”, denunció.

Según el relato de Cristal, la mujer que se encarga de la limpieza del local estaba barriendo la vereda cuando llegaron los delincuentes, la apuntaron con un arma y la obligaron a entrar. Luego cerraron la puerta y amenazaron también al responsable de la oficina, que se encontraba detrás del escritorio. “Nos tiraron al piso, boca abajo, y todo el tiempo nos gritaban que no los miremos”, recordó el hombre.

“Dame la plata, dame la plata”, repetían los delincuentes. Cristal metió la mano en un bolsillo, sacó los únicos billetes que tenía y los tiró sobre el piso para que los levantaran. Pero los asaltantes querían más. “Les indiqué que abrieran el cajón del escritorio, de donde sacaron dos fajos de billetes”, agregó el hombre.

En total, los ladrones se alzaron con $ 21.000 aproximadamente, además de las billeteras y los celulares de las víctimas. El dinero representaba la recaudación de la semana, que el comerciante no había tenido tiempo de depositar en el banco. “Ni dudé en entregar la plata, en cuanto vi que apuntaron a mi empleada les dije que se llevaran todo”, aseguró.

Desprotegido
Cristal estimó que todo duró alrededor de tres minutos. “Quedé impactado, fue un susto tremendo”, dijo el hombre. “Lo más llamativo -agregó- es que estoy a 40 metros de la comisaría y ahí me dijeron que no pueden hacer nada porque tienen dos oficiales por turno. Nadie salió a buscar a los ladrones, nada más me tomaron la denuncia. Ya es el segundo robo en un lapso de tres meses”, se quejó. El asalto anterior fue en julio y la modalidad fue similar. “La agarraron a mi hermana, que había quedado al frente de la oficina, y la encañonaron”, recordó.

Después de quejarse en la comisaría, a Cristal le prometieron que le enviarían un efectivo para que custodiara la oficina ayer a la mañana. “No vino nadie”, afirmó el comerciante, indignado. “Hoy estuve con un arquitecto que me va a remodelar la oficina, ahora tendré que atender a través de una pared blindada”, contó el hombre, y estimó que esa refacción le costará cerca de $ 40.000.

“Los voy a invertir porque estoy hace siete años acá, tengo una cartera muy importante de clientes, y no puedo irme de esta zona. Este es mi único trabajo”, explicó. “Podría poner un policía en el local, pero si me roban frente a la comisaría es porque la Policía sabe que nos están robando y no hace nada”, criticó.