14 Octubre 2014
SANTIAGO DEL ESTERO.- La Justicia santiagueña confirmó el procesamiento a un adolescente de 17 años por la violación de su hermana, que actualmente tiene 12 años y tuvo un bebé, producto de los abusos reiterados.
Según el tribunal integrado por Raúl Romero, Cristian Vittar y Sandra Generoso hay suficientes pruebas como para mandar a juicio al joven del paraje Santa Ana (entre Sumampa y Ojo de Agua).
Según la denuncia que realizó la niña, los ultrajes se extendieron durante al menos dos años, desde que ella tenía 10, y se producían al caer la noche, mientras los padres dormían. "Me llevaba al monte y me violaba. Siempre le decía que no. Él me agarraba de los pelos. Me pegaba mucho. Gritaba en el monte, pero nadie parecía que me escuchaba”, señaló.
“Me mezquinaba comida. Debía agachar la cabeza y no decir nada. La mami no sabía nada. Él me golpeaba mucho. Si hablaba me iba a pegar más con el rebenque y hasta matar en el monte”, añadió, según publicó el diario "El Liberal".
Cuando tuvo que ir al médico porque había quedado embarazada, la niña aprovechó para contar lo que le estaba pasando, y el profesional interpuso la denuncia policial.
La Justicia lo procesó por “abuso sexual con acceso carnal, con sometimiento gravemente ultrajante para la víctima”.
La defensa apeló, pidió cambio de calificación, sostuvo que no hubo sometimiento y ni concurso real de delitos y pidió nulidades, pero poco después el examen de ADN confirmó que el bebé es hijo del acusado.
Según el tribunal integrado por Raúl Romero, Cristian Vittar y Sandra Generoso hay suficientes pruebas como para mandar a juicio al joven del paraje Santa Ana (entre Sumampa y Ojo de Agua).
Según la denuncia que realizó la niña, los ultrajes se extendieron durante al menos dos años, desde que ella tenía 10, y se producían al caer la noche, mientras los padres dormían. "Me llevaba al monte y me violaba. Siempre le decía que no. Él me agarraba de los pelos. Me pegaba mucho. Gritaba en el monte, pero nadie parecía que me escuchaba”, señaló.
“Me mezquinaba comida. Debía agachar la cabeza y no decir nada. La mami no sabía nada. Él me golpeaba mucho. Si hablaba me iba a pegar más con el rebenque y hasta matar en el monte”, añadió, según publicó el diario "El Liberal".
Cuando tuvo que ir al médico porque había quedado embarazada, la niña aprovechó para contar lo que le estaba pasando, y el profesional interpuso la denuncia policial.
La Justicia lo procesó por “abuso sexual con acceso carnal, con sometimiento gravemente ultrajante para la víctima”.
La defensa apeló, pidió cambio de calificación, sostuvo que no hubo sometimiento y ni concurso real de delitos y pidió nulidades, pero poco después el examen de ADN confirmó que el bebé es hijo del acusado.
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