06 Octubre 2014
HUMEDAD. La carpintería y el revoque del ala sur se caen a pedazos. fotos gentilezas de la fundación bella vista
La Fundación Bella Vista solicitó a la Dirección de Historia y Patrimonio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNT, un relevamiento integral del estado actual del chalet del ingenio Bella Vista, recientemente declarado patrimonio cultural de la Provincia. También requirieron a esa dependencia un detalle de los de los trabajos que deben realizarse para la restauración y el presupuesto de lo que costarían esas obras.
La residencia, erigida hace 84 años, fue rescatada el 18 de junio último de la acción detractora de la picota al ser incluida en el artículo 5°, inciso 13, de la Ley provincial 7.500 -promulgada el 19/6/14- y su modificatoria 8.645 (Sistema de Protección del Patrimonio Cultural).
El proyecto fue presentado por los legisladores Sergio Ariel García, Manuel Fernández y Gregorio García Biagosch, previo informe favorable de la Comisión Legislativa de Educación y Cultura y de la Comisión de Patrimonio Cultural Provincial. La ley también establece que la casa funcione como museo azucarero.
Además, sobre el edificio también rige una medida de la Justicia Federal, que impide su demolición, al estar protegidos por la ley nacional 26.691, que manda a ser preservado por el Estado nacional como Sitio de Memoria. Y es que el chalet habría sido centro clandestino de detención entre 1976 y 1977.
La quinta, con formas y perfiles ligados al renacimiento español, fue construida en 1930 (48 años después de la fundación del ingenio Bella Vista, en 1882), por el arquitecto José Graña, con la colaboración del ingeniero civil Manuel Ramón Felipe García Fernández, hijo de uno de los fundadores de la fábrica azucarera.
Gemelo al de Luarca
En tanto, la casa de campo es gemela a la que la familia García Fernández poseía, en Luarca (España) -ciudad de origen de los fundadores del ingenio- y que en la actualidad es explotada como hotel de lujo en esa conocida “Villa Blanca de la Costa Verde” española, localizada sobre la orilla occidental de Asturias, que es bañada por el mar Cantábrico.
“Esta majestuosa propiedad cuenta con los techos en estado precario. Incluso la galería interna, hacia el lado del ingenio fue derrumbada y el interior también se encuentra seriamente afectado”, explico el doctor Manuel Valero, presidente de la fundación Bella Vista.
El otro chalet
Según testimonios de Agustín García Fernández, nieto de don Manuel, en 1895 había en este lugar otro chalet, que se quemó en 1929.
“Saltó una chispa de una de las chimeneas que prendió la alfombra y después ardió el chalet entero. Era igual al actual. Mi padre estaba en Francia y ordenó que no hiciéramos nada al respecto. Además de estar de vacaciones también visitaba el país galo con la intención de observar y adquirir nuevas maquinarias. Pero antes de retornar pasó por Sevilla donde compró todo lo que era mayólica. Luego le encargó al ingeniero civil Homero Romero Bohorquez, que era jefe de máquinas del ingenio, el trazado del nuevo chalet”, describió.
La residencia, erigida hace 84 años, fue rescatada el 18 de junio último de la acción detractora de la picota al ser incluida en el artículo 5°, inciso 13, de la Ley provincial 7.500 -promulgada el 19/6/14- y su modificatoria 8.645 (Sistema de Protección del Patrimonio Cultural).
El proyecto fue presentado por los legisladores Sergio Ariel García, Manuel Fernández y Gregorio García Biagosch, previo informe favorable de la Comisión Legislativa de Educación y Cultura y de la Comisión de Patrimonio Cultural Provincial. La ley también establece que la casa funcione como museo azucarero.
Además, sobre el edificio también rige una medida de la Justicia Federal, que impide su demolición, al estar protegidos por la ley nacional 26.691, que manda a ser preservado por el Estado nacional como Sitio de Memoria. Y es que el chalet habría sido centro clandestino de detención entre 1976 y 1977.
La quinta, con formas y perfiles ligados al renacimiento español, fue construida en 1930 (48 años después de la fundación del ingenio Bella Vista, en 1882), por el arquitecto José Graña, con la colaboración del ingeniero civil Manuel Ramón Felipe García Fernández, hijo de uno de los fundadores de la fábrica azucarera.
Gemelo al de Luarca
En tanto, la casa de campo es gemela a la que la familia García Fernández poseía, en Luarca (España) -ciudad de origen de los fundadores del ingenio- y que en la actualidad es explotada como hotel de lujo en esa conocida “Villa Blanca de la Costa Verde” española, localizada sobre la orilla occidental de Asturias, que es bañada por el mar Cantábrico.
“Esta majestuosa propiedad cuenta con los techos en estado precario. Incluso la galería interna, hacia el lado del ingenio fue derrumbada y el interior también se encuentra seriamente afectado”, explico el doctor Manuel Valero, presidente de la fundación Bella Vista.
El otro chalet
Según testimonios de Agustín García Fernández, nieto de don Manuel, en 1895 había en este lugar otro chalet, que se quemó en 1929.
“Saltó una chispa de una de las chimeneas que prendió la alfombra y después ardió el chalet entero. Era igual al actual. Mi padre estaba en Francia y ordenó que no hiciéramos nada al respecto. Además de estar de vacaciones también visitaba el país galo con la intención de observar y adquirir nuevas maquinarias. Pero antes de retornar pasó por Sevilla donde compró todo lo que era mayólica. Luego le encargó al ingeniero civil Homero Romero Bohorquez, que era jefe de máquinas del ingenio, el trazado del nuevo chalet”, describió.
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