En El Sifón, la pelota une a la juventud

En El Sifón, la pelota une a la juventud

“Deberían estar en la droga; con el fútbol los ocupamos en todos los sentidos”, sostiene Rubén Vizcarra, fundador de Juventud Unida

En El Sifón, la pelota une a la juventud
Es difícil sacarse el prejuicio cuando llega la propuesta de meterse en las entrañas del barrio El Sifón. Disguste a quien disguste, la zona es considerada de alto riesgo en el imaginario colectivo. Contra eso, Rubén Vizcarra esgrimió su argumento para que LG Deportiva  encarara el desafío periodístico. “A mí me conocen todos en el barrio y conmigo no les va a pasar nada”, aseguró por teléfono.

Vizcarra está empecinado en que El Sifón salga de esa zona considerada roja. Su plan para lograr ese objetivo está en marcha desde hace dos años. “Ya tuve la infancia de ellos y no quiero que terminen en una cárcel, drogados o matándose sólo porque les presentan algún vicio”, comentó el corpulento hombre que se crió en el barrio. 

Entonces ¿qué es lo que hace Vizcarra? La meta podría requerir una fuerza especial, con soldados entrenados que combatan a los malos, pero Vizcarra usa otros métodos. Un par de pelotas de fútbol y Leonardo Ponce, el preparador físico, son suficientes.

“Tengo chicos de El Sifón, La Bombilla, el Trula, el Chivero, Ciudad de Dios”, enumeró Vizcarra los barrios que están representados en los futbolistas que entrena en la cancha de la esquina de Asunción y México. Todos esos vecindarios entran en la calificación de “zona roja”, en la que, obligados por ciertos ofrecimientos, los chicos deben lidiar con la tentación a muy temprana edad. “Están esos que les vuelven a ofrecer, pero tratamos de hacer charlas y buscar ayuda”, explica.

Así que no sólo hay que diagramar jugadas para marcar goles en la cancha, también hay que anotarlos afuera y contra jugadores que no juegan limpio. Además, Vizcarra y Ponce juegan en desven-taja contra el rival porque el partido, en cuanto al tiempo, no es igual. “Jugamos los sábados. Vienen a las 7 de la mañana y, a veces, nos quedamos hasta las 13 tomando gaseosa, riendo y compartiendo”, detalla la rutina del plantel de Juventud Unida que con un único día de entrenamiento, tiene que aprender a gambetear las tentaciones. 

“Es hermoso porque son unos 20 o 30 chicos que, hoy por hoy, deberían estar en la droga y con el fútbol los ocupamos en todos los sentidos”, aseguró Vizcarra. Ese es el primer triunfo que obtiene Vizcarra, pero hay otras victorias. Por ejemplo, varios jugadores de Juventud Unida ya están becados en clubes como Atlético y Tucumán Central. 

Las pruebas se suceden, también en San Martín, según Vizcarra, por la gran apertura que tienen las instituciones considerando el beneficio que generan a los chicos. A “Leo” también lo benefician porque la experiencia llena su alma. “Me generó mucha felicidad cuando fuimos a Atlético y les ganamos con el equipo que paramos. Todos nos felicitaron”, recordó entusiasmado el preparador físico.

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