30 Septiembre 2014
MIEDO Y TENSIÓN. Un hombre de 30 años le puso un chaleco con explosivos a un rehén y exigió, para liberarlo, la renuncia de la presidenta Rousseff. REUTERS
RÍO DE JANEIRO.- Cuando faltan cinco días para los comicios presidenciales brasileños, la líder ambientalista Marina Silva llega a la recta final de la disputa debilitada por los duros ataques que enfrenta por parte de sus rivales electorales.
La candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB), que entró en la campaña electoral en agosto como un “tsunami” y llegó a conquistar un 34% de las preferencias, tiene ahora 27%, según el Instituto Datafolha.
La caída se debe a la ofensiva de sus dos principales rivales: la presidenta, Dilma Rousseff -todavía lucha por conquistar la reelección en primera vuelta electoral y evitar el balotaje- y por el senador socialdemócrata Aecio Neves, que marcha tercero y aspira a superar a la ambientalista y avanzar a la segunda ronda.
La estrategia de Neves y de Rousseff de presionar a Silva volvió a quedar en evidencia en el debate televisivo del domingo, por la red Record, entre los candidatos a la Presidencia.
En el programa Rousseff dejó en claro que su principal prioridad era atacar a Silva, a quien acusó, entre otras cosas, de mentir a los electores al afirmar que, cuando era senadora, votó en favor de un impuesto sobre movimientos financieros (CPMF) destinado a solventar la mejoría de los servicios públicos del país.
“Actitudes como estas generan inseguridad. Gobernar a Brasil requiere de firmeza, coraje, posiciones claras y actitudes firmes”, disparó la mandataria.
Neves, por su parte, dijo que, cuando era parte del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff (hasta 2008), Silva se calló sobre la estrategia de la agrupación de lanzar “ofensas, calumnias y rumores” contra sus rivales en elecciones.
“Estas prácticas siempre existieron, y no me acuerdo de una palabra suya contra este tipo de política”, dijo el senador sobre las quejas de la ex senadora sobre las “mentiras” lanzadas por el PT para desgastar su candidatura.
Según analistas políticos, el gran desafío de Silva en los últimos días de campaña es el de mantener vivas sus posibilidades de avanzar a la segunda vuelta en las urnas el domingo, y luego intentar aprovechar la campaña hacia el balotaje para imponerse sobre Rousseff, quien lidera con comodidad la disputa, con un 40% de las preferencias, según el Datafolha.
Hasta ahora, Silva se abstuvo de lanzar ataques duros contra sus rivales: “prefiero el debate al embate”, suele afirmar, argumentando que su propuesta se basa en una “nueva política”, y que la estrategia adoptada por Rousseff y Neves representa precisamente la “vieja política”.
Por su lado, el comentarista político Josias de Souza, del portal UOL, afirmó que el debate televisivo demostró que Silva debería revisar su estrategia y “considerar meterse en la pelea de una buena vez”.
Si bien no hay sondeos para verificar la reacción de los electores a los debates de televisión, la analista política Tereza Cruvinel asegura que “favoreció a Dilma”, ya que Silva “no logró disimular la pérdida de energía y el cansancio por el combate”.
La analista apuntó que, de repetirse esa situación en el debate del jueves en la TV Globo -que cerrará formalmente la campaña electoral-, podría favorecer a Aecio Neves, “quien apuesta todo por superar la distancia de 9% que lo separan de Silva para ganarse la segunda vuelta”. No obstante, la comentarista admitió que los pocos días que faltan para la elección hacen improbable un cambio drástico en el panorama actual. (DPA)
La candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB), que entró en la campaña electoral en agosto como un “tsunami” y llegó a conquistar un 34% de las preferencias, tiene ahora 27%, según el Instituto Datafolha.
La caída se debe a la ofensiva de sus dos principales rivales: la presidenta, Dilma Rousseff -todavía lucha por conquistar la reelección en primera vuelta electoral y evitar el balotaje- y por el senador socialdemócrata Aecio Neves, que marcha tercero y aspira a superar a la ambientalista y avanzar a la segunda ronda.
La estrategia de Neves y de Rousseff de presionar a Silva volvió a quedar en evidencia en el debate televisivo del domingo, por la red Record, entre los candidatos a la Presidencia.
En el programa Rousseff dejó en claro que su principal prioridad era atacar a Silva, a quien acusó, entre otras cosas, de mentir a los electores al afirmar que, cuando era senadora, votó en favor de un impuesto sobre movimientos financieros (CPMF) destinado a solventar la mejoría de los servicios públicos del país.
“Actitudes como estas generan inseguridad. Gobernar a Brasil requiere de firmeza, coraje, posiciones claras y actitudes firmes”, disparó la mandataria.
Neves, por su parte, dijo que, cuando era parte del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff (hasta 2008), Silva se calló sobre la estrategia de la agrupación de lanzar “ofensas, calumnias y rumores” contra sus rivales en elecciones.
“Estas prácticas siempre existieron, y no me acuerdo de una palabra suya contra este tipo de política”, dijo el senador sobre las quejas de la ex senadora sobre las “mentiras” lanzadas por el PT para desgastar su candidatura.
Según analistas políticos, el gran desafío de Silva en los últimos días de campaña es el de mantener vivas sus posibilidades de avanzar a la segunda vuelta en las urnas el domingo, y luego intentar aprovechar la campaña hacia el balotaje para imponerse sobre Rousseff, quien lidera con comodidad la disputa, con un 40% de las preferencias, según el Datafolha.
Hasta ahora, Silva se abstuvo de lanzar ataques duros contra sus rivales: “prefiero el debate al embate”, suele afirmar, argumentando que su propuesta se basa en una “nueva política”, y que la estrategia adoptada por Rousseff y Neves representa precisamente la “vieja política”.
Por su lado, el comentarista político Josias de Souza, del portal UOL, afirmó que el debate televisivo demostró que Silva debería revisar su estrategia y “considerar meterse en la pelea de una buena vez”.
Si bien no hay sondeos para verificar la reacción de los electores a los debates de televisión, la analista política Tereza Cruvinel asegura que “favoreció a Dilma”, ya que Silva “no logró disimular la pérdida de energía y el cansancio por el combate”.
La analista apuntó que, de repetirse esa situación en el debate del jueves en la TV Globo -que cerrará formalmente la campaña electoral-, podría favorecer a Aecio Neves, “quien apuesta todo por superar la distancia de 9% que lo separan de Silva para ganarse la segunda vuelta”. No obstante, la comentarista admitió que los pocos días que faltan para la elección hacen improbable un cambio drástico en el panorama actual. (DPA)
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