Los dos parques de la Mate de Luna se transforman

Es una de las avenidas más transitadas y -a su vez- la más jerarquizada de la ciudad. Por ello la avenida Mate de Luna siempre parece ser la pionera a la hora de imponer cambios, como -por ejemplo- la prohibición del giro a la izquierda. En su extensión dos parques llenan de oxígeno su trama: el Guillermina y el Avellaneda, que en este momento están siendo reformados gracias a un plan integral que lleva a cabo la Municipalidad capitalina en vistas al Bicentenario de la Independencia.

Por un lado, hace dos semanas comenzaron las obras en el parque Avellaneda. Hasta el momento han realizado a nuevas las veredas sobre Asunción y unos 100 metros de la avenida Mate de Luna, altura 1.650 al 1.750. Luis Lobo Chaklián, subsecretario de Planeamiento de la Municipalidad capitalina, confirmó que estas refacciones no son puntuales, sino que integran un plan de remodelación del parque, que incluirá también caminería interna, equipamiento, iluminación y nuevos juegos con mayor seguridad y para chicos con capacidades diferentes. En este contexto, meses atrás se instaló una pista de salud (ver “Vandalismo....”) sobre la calle Asunción, casi San Martín.

Los vecinos de la zona ya empezaron a notar los cambios del parque, espacio que no sólo multiplica sus visitantes los fines de semana, sino -especialmente- durante la semana, por la mañana y al final de la tarde: es el principal espacio verde de la zona que les sirve a los vecinos para hacer ejercicios. Aldo Pérez, que recorre su perímetro a diario, opinó que ya era el momento de cambiar las veredas: “estaban todas rotas y todavía es difícil caminar por San Martín. De noche el parque es muy oscuro. Espero que piensen en eso al hacer la remodelación”.

Nuevo acceso
Desde la Mate de Luna se pueden ver las máquinas trabajando en el parque Guillermina. Allí operarios de una empresa constructora están emparejando el terreno y han sacado las rejas perimetrales ubicadas sobre la avenida. Walter Berarducci, secretario de Servicios Públicos municipal, adelantó que se está ejecutando un proyecto para hacer más transitable al parque, que hasta ahora no está tan a la vista como otros espacios verdes de la ciudad.

“El Guillermina tenía unas murallitas de entrada; las sacamos para que quede una integración directa de la calle hacia el parque. Por otra parte, estamos haciendo un boulevard para que los autos tengan otra entrada. Será de la avenida hasta la Crisóstomo Álvarez, en paralelo a la Rufino Cossio. Queremos mejorar el acceso de autos, deportistas y peatones”, indicó el funcionario municipal. Además, dijo que habrá un nuevo camino para los transeúntes, nueva iluminación, una pista de salud y juegos para niños.

Berarducci resaltó que estas obras en plazas y parques se incluyen dentro de una política del intendente Domingo Amaya, que intenta revalorizar los espacios públicos y hacerlos democráticos: “por eso hay juegos para niños, pistas de salud y no hay rejas. La idea es que los vecinos disfruten del espacio para la recreación, actividades físicas o encuentro. Revalorizar, para nosotros, es mejorar la calidad de vida”. También recordó, que dentro de las obras de revalorización, han restaurado el viejo chalet, que pertenecía a la familia Leston y que se encuentra en el centro del parque.

Francisca Tomasa Pérez, que vive frente al Guillermina desde hace cuatro décadas, deseó que esas obras que están realizando en el espacio verde sean para el bien de todos y no para el de unos cuantos: “es importante que en los trabajos que hagan no toquen los árboles. A este lugar hay que cuidarlo entre todos; tanto los funcionarios como todos los vecinos”.