Lanata reveló los manejos de Máximo Kirchner

BUENOS AIRES.- La escenografía encontró a Jorge Lanata metido en "Maximolandia", un cuarto infantil montado con un imitador de Máximo Kirchner, metido en la cuna con chupete, pingüino de peluche, biberón, cuadro de su madre Cristina y muñeco colgante de su padre Néstor. La parodia dio pie a un informe desde Río Gallegos por Nicolás Wiñazki. A lo largo de cuarenta minutos, Lanata cuestionó el manejo político del líder de La Cámpora. "Mientras la mamá dice que hay que militar, Máximo nunca militó ni en el secundario ni en la universidad ni en el laburo porque nunca laburó. Ni siquiera completó un año en la facultad", fue la introducción del conductor en Periodismo para Todos.

Desde Santa Cruz, el informe se concentró en la funcionalidad de La Cámpora a favor o en contra de las medidas del gobernador Peralta. Al respecto, el diputador radical riogallense Héctor Roquel denunció: "Aquí los referentes de La Cámpora hacen un concurso de chupamedismo a la presidenta". 

Además de los referentes, se denunció cómo el hijo de la presidenta designó importantes cargos públicos para sus amigos, ex compañeros del secundario y familiares. Entre ellos, la referente del ARI, Mariana Zuvic, denunció a Ignacio Perinciollo como representante de YPF en la provincia con un sueldo mensual de 120 mil pesos. "Todos forman parte del Grupo de los Imberbes. La Cámpora en Santa Cruz es una agencia de colocación".

Entre los familiares de Máximo se trató especialmente la polémica designación de su cuñada, Virginia García, al frente de la AFIP, encargada de investigar impositivamente a todos los residentes de Santa Cruz, entre ellos, a Lázaro Báez. Y también hubo un párrafo especial para la mujer de Máximo, Rocío García, una odóntóloga de 38 años como Coordinadora de Articulación Local de Políticas Socio Sanitarias, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación. "Mínimamente debiera tener un doctorado en Salud Pública", dijo Jorge Lemos, el ex jefe del Hospital de Río Gallegos.

El informe, de vuelta en estudios, también tuvo un párrafo especial extraído de la biografía oficial escrita por la periodista Sandra Russo, donde la presidenta habla sobre sus dos hijos: "Florencia siempre fue pum para arriba, una princesa. En cambio Máximo era un chiquito para presionarte, vomitaba. Era muy manipulador. ¿Sabés qué hacía? Cuando se enojaba, hacía fuerza con la panza, desde acá abajo, se ponía todo colorado y puajjj... Le salía el chorro como una manguera. Era un asco".