“El cambio será abrupto”

“El cambio será abrupto”

El técnico bahiense señaló que Argentina ya no está en el Primer Mundo de esta disciplina

TRABAJAR EL TIRO. “El Huevo” dice que es imperioso volver a contar con buenos lanzadores y que hay que trabajar en ello. TRABAJAR EL TIRO. “El Huevo” dice que es imperioso volver a contar con buenos lanzadores y que hay que trabajar en ello.
22 Septiembre 2014
En la conferencia de prensa que dio antes de la clínica de entrenadores que lo tuvo como principal disertante, se fundió en un abrazo prolongado y sentido con Antonio Millán, José Muruaga y Pedro César Figueroa. Carismático y apasionado, cuando le pedimos al técnico Oscar “Huevo” Sánchez un balance de lo realizado por Argentina en el último Mundial, hizo un enfoque crítico y extractamos algunas de sus definiciones:

• “Es una realidad, lo que pasó es lo que se preveía, lamentablemente. Nosotros sabíamos que, por una cuestión biológica, ni Ginóbili, ni Scola, ni Nocioni iban a estar congelados como Walt Disney desde 2002. Y en un mundo netamente atlético, Argentina fue el único equipo que no hizo un gol de contraataque. Me sorprendió para bien Hermann, por la magnitud de su parate; Prigioni jugó en un puesto antinatural, o sea se dependió más de su gol que de su pase o de hacer jugar a los demás. El hecho que esté Facundo (Campazzo) fue bueno y fue malo. Y vimos la carencia que tenemos hace años que es el hombre alto, que es un problema nacional, no buscado pero por el biotipo en general”.

• “Defensivamente dimos muchas ventajas porque no teníamos un equipo dinámico, atlético… Es evidente que los jugadores, por vestir la camiseta nacional dan todo y lo dieron, pero en este Mundial sin ninguna duda se diferenció lo que es América y Europa. Europa es otro mundo, nosotros ya no estamos en el Primer Mundo, por más que se quiera decir. Primer Mundo no es Puerto Rico, Venezuela, ni Dominicana… Es Turquía, Serbia, Eslovenia, España…”

Un cambio abrupto

• “No se ha trabajado a conciencia para el relevo de esta gente. El cambio será abrupto, no vamos a estar más entre los cuatro primeros, ni entre los seis, y dentro de siete u ocho años se verá si podemos reingresar a ese nivel. No creo que salga esa camada, en un país donde vivimos peleados entre nosotros y los egos son difíciles de dominar, que nazca una generación con el cerebro de Emanuel (Ginóbili), de Luis (Scola), de Pepe Sánchez, de Prigioni y, encima, uno de cada puesto. Si algo que vimos para disimular levemente en sabiduría, ha sido el puesto de base, con Campazzo y Laprovittola, que no lo hizo mal. Pero, para reemplazar a un Scola o un Ginóbili, yo diría que no sueñen, es imposible”.

• “Con Facundo (Muller), que también forma parte del proceso de este cuerpo técnico y somos amigos, yo siempre discuto. Es cierto que cada uno tiene su política, pero no comparto para nada lo que se hizo. Por ejemplo, no estoy de acuerdo que un técnico full time no recorra el país. Hoy hay que reclutar sobre jugadores físicos, no sobre jugadores formados. Hay que recorrer esas colonias chaqueñas o misioneras y buscar gente apta para el Primer Mundo, de 2,10 o 2,12 metros. Nosotros hemos tenido tres pivots: uno (Bortolín), tercer suplente en Regatas de Corrientes de Martina y Calderón; otro que no fue al Sudamericano, Tayavek Gallizzi y un tercero (Delía), suplente los dos últimos años en Boca de Santiago y Robert Batlle. No hemos tenido tiradores confiables, tuvimos que jugar con doble base y por eso no encontramos el ataque rápido. Siempre, los dos querían tener el primer pase de apertura, ninguno salía”.

• “El hecho de que no vaya Delfino fue tremendo para nosotros en un país que, por el biotipo de sus jugadores, por lo menos que haya bases y tiradores en abundancia, no solamente que falten pivots. Es la crítica dura, pero es real lo que siento”.

• “Nosotros hasta los 15, 16 años competimos porque seguimos con el pivot de un metro noventa y pico, que para esa categoría es grande; cuando pasan a 18 a 19, mide casi lo mismo pero con más pelos en las piernas, mientras los serbios siguen a 2,10, 2,14. En el Mundial U19 (2013, en República Checa) perdimos con Irán dos veces. Mi colega Silvio Santander expuso que hay que reclutar físico. Me pone feliz, porque yo ya parecía un viejo gagá, un viejo boludo diciendo siempre lo mismo”.

• “Es muy difícil sostener trabajos coherentes y a largo plazo en un país donde los proyectos parecen sinónimo de verso. Cuando me tocó exponer en Barcelona representando a Argentina sobre “Filosofías de trabajo”, yo le metí como Giunta: ‘huevo, huevo, huevo’, o sea picardía, corazón que es lo que tienen los argentinos, con una concepción de juego diferente a cualquiera. Y otra cosa: aquí no tenemos el gobierno como en Turquía o Francia, que becan a los jugadores, que les pagan, les enseñan computación y les cubren los estudios. Los entrena gente idónea, los llevan a centros deportivos de Europa o universidades para foguearlos”.

Sánchez afirma tener una ligazón afectiva muy fuerte con Tucumán y explica la razón. “‘Checha’ (Figueroa) y Alberto Marti son los responsables de mi llegada a Quilmes de Mar del Plata. Todo pasó allá por el ‘86, cuando hice amistad con ellos. Jugaban Tucumán y Santiago del Estero, yo estaba formando el equipo para los regionales y me vine con Oscar Rígano (presidente de Quilmes). Me llevé al ‘Bebe’ Zeballos, Rubén Landete, César Rodríguez, Marcelo Vildoza y Gerardo Corroto. Ganamos el Provincial, el Regional y ascendimos a la Liga C. Ahí empezó todo, aunque se me fue la mano; dirigí 16 temporadas al club y llevo 27 años radicado en Mar del Plata”, cuenta.

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