García y sus súper amigos

García y sus súper amigos

El “Gurí” y sus compañeros de medio campo brillaron para abrir y mantener el marcador

DESEQUILIBRANTE NATO. El veloz Diego García se apresta a dejar en el camino a Martín García. Los cordobeses sufrieron con las corridas del volante “decano”. DESEQUILIBRANTE NATO. El veloz Diego García se apresta a dejar en el camino a Martín García. Los cordobeses sufrieron con las corridas del volante “decano”.
22 Septiembre 2014
Diego García sólo es uno de los volantes de Atlético cuyo apellido empieza con “G”. Sólo uno de los que Héctor Rivoira trajo como refuerzo en esta temporada y sólo uno de los que convirtió al medio campo “decano” en uno de los más fuertes del equipo.

A su lado están Pablo Garnier, Gastón Giménez y Francisco Grahl con quienes comparte todos esos denominadores comunes pero que a la vez los hace especiales. Ante Sportivo Belgrano, García no sólo volvió al gol sino al nivel de juego con el que daba la sensación de ser inamovible del equipo.

El partido frente a All Boys había sido el pico de su rendimiento, que a partir de ahí cayó y hasta tuvo que soportar una pequeña estadía en el banco de suplentes.

“En el partido contra Sarmiento el técnico se decidió por otro jugador, pero seguí insistiendo”, explicó el “Gurí” tras el partido de ayer. Insistió con las ganas de volver a estar entre los titulares, pero desistió de otras: ayer, su juego no entró en lagunas y pareció estar más conectado con sus compañeros. En el gol, cuando parecía que hacía la individual, lanzó una asistencia que tuvo premio: Eduardo Casáis le devolvió la gentileza y terminó anotando.

“Traté de hacer más cosas bien para ganarme de vuelta un lugar. Dije que tenía que aprovechar las oportunidades y creo que lo hice”, confesó el volante que también dejó atrás el dorsal número 10 por uno que no tiene menos importancia en Atlético: el siete de Luis Miguel Rodríguez.

“Día a día tengo que seguir demostrando que estoy para jugar, esto es así”, explica García que junto a sus compañeros de la zona media no solo se entendieron sino que abrieron el partido con sus goles. El de Giménez y el suyo. “De mitad de cancha hacia adelante los volantes tenemos que llegar al gol para darle mas tranquilidad al delantero”, advierte.

“Sabemos muy bien a lo que jugamos. Por eso cada vez que entra un hombre lo hace bien. Tenemos una manera de jugar que el plantel la entiende perfectamente y por eso se dan los resultados”, manifestó, al mismo tiempo que reveló parte de la fórmula de este Atlético puntero: entendimiento. Entendimiento entre los mismos compañeros y al mensaje del técnico. Una fórmula perfecta.

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