20 Septiembre 2014
El ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Eugenio Raúl Zaffaroni, exhortó a cuidar a los adolescentes y a tener mucho cuidado cuando se proclaman leyes que apuntan a bajar la edad para la condena penal. Según advirtió con severidad antenoche en un acto en Monteros, la intervención punitiva “es deteriorante y grave cuando recae en quien está en plena evolución mental”.
El prestigioso penalista sostuvo que el propio sistema judicial acorrala al menor al ser “selectivo”. “Le resulta más fácil agarrar a un pibe que anda con gorra y harapiento, que a otro que anda bien vestido y quizá cargando delitos graves. Condenar a un adolescente es suicida para un país y lo dije en Uruguay, cuando estudiaba la posibilidad de bajar la edad de imputabilidad penal”, expresó.
Estigmatización
Al disertar sobre “El menor en conflicto con la ley penal”, Zaffaroni primero observó que en la Argentina el nivel de incidencia de los delitos cometidos por menores es bajo y de una criminalidad que no es grave. Sin embargo, aseguró que el “terrorismo mediático” que practican algunos medios de comunicación se encarga de transformar al delito común y a sus victimarios en una gran amenaza de la sociedad, incluso mayor que la contaminación ambiental o el envenenamiento con alimentos. “Este modelo que domina al mundo responde a intereses que apuntan a que el Estado se reduzca a imponer penas. Este es un Estado autoritario en el que los privilegiados tienen la mayor parte de la renta”, opinó. Y cargó con insistencia contra la estigmatización. “No es la pobreza la generadora de criminalidad, sino la falta de proyectos”, acotó.
Zaffaroni expresó que hay que brindar a los menores la posibilidad de que se inserten en iniciativas que los hagan sentir parte de algo para que progresen y salgan adelante. “De lo contrario, se van a sociabilizar de otra manera, quizás en una bandita”, dijo. El magistrado manifestó que no cree en la reinserción social del ciudadano que cumple una pena en la cárcel, aunque esta no pueda dejar de existir.
“Vulnerables e idiotas”
El disertante aseguró que la escuela siempre va a jugar un rol fundamental en la formación del menor en la medida en que no sea expulsiva. “Si lo primero que se hace cuando el chico comete alguna macana es echarlo, a este se le está condicionando el camino. Eso ya es una especie de preámbulo de lo que va a ser en la sociedad”, apuntó.
Finalmente, insistió en la necesidad de cuidar a los adolescentes. Pues dio a entender que ellos se exponen a un sistema penal cuya selectividad “ni soñemos que se va a eliminar”. “El sistema penal siempre va a recaer contra el más vulnerable y el más idiota”, concluyó.
La exposición de Zaffaroni en el salón de las Mujeres Monterizas del Bicentenario atrajo a numerosos letrados, estudiantes de Abogacía y vecinos. El orador fue acompañado por Antonio Gandur (presidente), Claudia Sbdar y Daniel Posse, vocales de la Corte Suprema local; Regino Amado, presidente interino de la Legislatura, y el ministro público Edmundo Jiménez. El intendente Alberto Olea dio la bienvenida a Zaffaroni y le entregó el decreto que lo declara huésped de honor de la ciudad de Monteros.
El prestigioso penalista sostuvo que el propio sistema judicial acorrala al menor al ser “selectivo”. “Le resulta más fácil agarrar a un pibe que anda con gorra y harapiento, que a otro que anda bien vestido y quizá cargando delitos graves. Condenar a un adolescente es suicida para un país y lo dije en Uruguay, cuando estudiaba la posibilidad de bajar la edad de imputabilidad penal”, expresó.
Estigmatización
Al disertar sobre “El menor en conflicto con la ley penal”, Zaffaroni primero observó que en la Argentina el nivel de incidencia de los delitos cometidos por menores es bajo y de una criminalidad que no es grave. Sin embargo, aseguró que el “terrorismo mediático” que practican algunos medios de comunicación se encarga de transformar al delito común y a sus victimarios en una gran amenaza de la sociedad, incluso mayor que la contaminación ambiental o el envenenamiento con alimentos. “Este modelo que domina al mundo responde a intereses que apuntan a que el Estado se reduzca a imponer penas. Este es un Estado autoritario en el que los privilegiados tienen la mayor parte de la renta”, opinó. Y cargó con insistencia contra la estigmatización. “No es la pobreza la generadora de criminalidad, sino la falta de proyectos”, acotó.
Zaffaroni expresó que hay que brindar a los menores la posibilidad de que se inserten en iniciativas que los hagan sentir parte de algo para que progresen y salgan adelante. “De lo contrario, se van a sociabilizar de otra manera, quizás en una bandita”, dijo. El magistrado manifestó que no cree en la reinserción social del ciudadano que cumple una pena en la cárcel, aunque esta no pueda dejar de existir.
“Vulnerables e idiotas”
El disertante aseguró que la escuela siempre va a jugar un rol fundamental en la formación del menor en la medida en que no sea expulsiva. “Si lo primero que se hace cuando el chico comete alguna macana es echarlo, a este se le está condicionando el camino. Eso ya es una especie de preámbulo de lo que va a ser en la sociedad”, apuntó.
Finalmente, insistió en la necesidad de cuidar a los adolescentes. Pues dio a entender que ellos se exponen a un sistema penal cuya selectividad “ni soñemos que se va a eliminar”. “El sistema penal siempre va a recaer contra el más vulnerable y el más idiota”, concluyó.
La exposición de Zaffaroni en el salón de las Mujeres Monterizas del Bicentenario atrajo a numerosos letrados, estudiantes de Abogacía y vecinos. El orador fue acompañado por Antonio Gandur (presidente), Claudia Sbdar y Daniel Posse, vocales de la Corte Suprema local; Regino Amado, presidente interino de la Legislatura, y el ministro público Edmundo Jiménez. El intendente Alberto Olea dio la bienvenida a Zaffaroni y le entregó el decreto que lo declara huésped de honor de la ciudad de Monteros.
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