Zaffaroni: “los medios magnifican la delincuencia común”

Zaffaroni: “los medios magnifican la delincuencia común”

Gandur, presidente del alto tribunal, expresó que la Justicia quiere trabajar en temas de seguridad con los otros poderes del Estado El ministro de la Corte nacional dijo que hay que estudiar los fenómenos criminológicos para poder prevenirlos

EN MONTEROS. El juez de la Corte de la Nación en la conferencia que brindó el jueves en el sur de la provincia. la gaceta / foto de osvaldo ripoll EN MONTEROS. El juez de la Corte de la Nación en la conferencia que brindó el jueves en el sur de la provincia. la gaceta / foto de osvaldo ripoll
20 Septiembre 2014
El conocimiento de las causas y circunstancias reales de los distintos delitos resulta esencial tanto para tutelar la vida, primer derecho humano, como para salvaguardar la magistratura, según Eugenio Raúl Zaffaroni. El ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) llamó ayer a generar, a partir del expediente, información útil para el estudio de los fenómenos criminológicos. “Lo tenemos a mano. Nuestro poder es discursivo y fundamental. Los medios masivos de comunicación están comprometidos con la creación de una realidad caótica y esa ‘obra mediática’ viene por los jueces”, advirtió en el salón de actos Juan B. Alberdi de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán.

La presencia del “tratadista de Derecho Penal más citado de América Latina”, como describió al invitado Ana María Gollán, conductora de la función, obedeció a la presentación del “Plan integral de monitoreo preventivo de la conflictividad violenta”. Este proyecto instrumentado en 2012 en el ámbito de la CSJN recibió la adhesión del alto tribunal local, que constituyó una comisión liderada por el presidente Antonio Gandur. En la conferencia de este viernes, ese vocal invitó a Edmundo Jiménez, ministro público fiscal y pupilar, a incorporarse al equipo y dijo: “nuestra función no se reduce a dictar sentencias. El Poder Judicial está en un lugar privilegiado para discutir y elaborar políticas públicas de prevención y seguridad realmente eficientes y democráticas junto a los restantes poderes del Estado”.

De traje y zapatillas negras, Zaffaroni insistió que no es posible prevenir sin un estudio adecuado del delito. “Nadie invierte en el conocimiento de la realidad”, se lamentó. Y duplicó la apuesta: “los medios magnifican la delincuencia común y algunos políticos se montan sobre ello sin que importe la realidad. En este sentido, es más importante la realidad construida que la vivencial”. El ministro de la Corte en principio más afín con el Gobierno nacional razonó que si lo vivencial no interesa, entonces la vida no es una preocupación.“Vamos a tener que crear el Ministerio de la Vida”, ironizó.

A la presentación, que comenzó media hora más tarde de lo previsto, asistieron Antonio Estofán, Claudia Sbdar y Daniel Posse, vocales del alto tribunal; el ministro Jiménez; Paul Hofer y Marcelo Caponio, secretarios del Poder Ejecutivo; los legisladores Fernando Valdez (UCR) y Marta Zurita (PJ), y una buena cantidad de jueces, sobre todo del fuero penal, entre ellos las “zaffaronistas” infaltables María del Pilar Prieto y Alicia Freidenberg.

El orador dijo que en este momento de la historia había dos modelos posibles de sociedad: la inclusiva, que distribuye la renta, y la excluyente, que no distribuye nada y mantiene los privilegios de origen. Según ese criterio, la sociedad excluyente ve en el juez que hace valer las garantías del imputado a un enemigo de la seguridad que encubre a la delincuencia. “Ello se potencia con la sensación de caos que producen los medios. Uno de los tópicos es el homicidio doloso. Desde el punto de vista sociológico es una grosería no disponer de información al respecto, pero esta es la situación”, explicó.

Los primeros resultados de los estudios que propicia Zaffaroni han permitido determinar, sin embargo, que en la Ciudad de Buenos Aires, con la excepción de la medialuna pobre del sur, la tasa de homicidios dolosos es de 3,5 % por 100.000 habitantes, cuando la misma tasa en los países con mejores desempeños en materia de seguridad está entre el 2% y el 2,5% por 100.000 habitantes. “Un índice nacional creíble para Argentina es el 6% o 7% por 100.000 habitantes, cuando el promedio de Brasil es del 27%”, comparó para demostrar que en el país no hay tantos homicidios dolosos como parece.

“Pero los muertos son muertos y hay que bajarlos (sic)”, meditó. A continuación, insistió en que la judicatura tiene los recursos “en las manos” para profundizar este “monitoreo” con fines preventivos. Y arengó: “no sólo estaremos trabajando para evitar muertes y catástrofes, sino también en nuestra legítima defensa. La horda mediática viene contra nosotros, los jueces; viene contra los que creemos que hay que defender las garantías mínimas que establece la Constitución; viene para arrasar con esas garantías y pasará por encima nuestro en la medida en que molestemos porque el político que ‘se prende’ enseguida pide la destitución del juez que soltó al ciudadano que luego fue y mató a su mujer”.

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