Barrera Oro, el “crack” está de regreso

Barrera Oro, el “crack” está de regreso

El fullback de Universitario quiere pelear por un lugar en el equipo en los Naranjas.

INDISCUTIDO. Lucas Barrera Oro es una de las figuras del seleccionado. INDISCUTIDO. Lucas Barrera Oro es una de las figuras del seleccionado.
19 Septiembre 2014
Un buen jugador tal vez logre recibir un pase que se queda corto sin cometer knock-on. Un crack, en cambio, será capaz de transformar esa bola descarriada en un pase hacia atrás por entre las piernas, en una suerte de “Gran Willy”, con destino cierto. Casi como si tuviera ojos en la espalda. Por movimientos como ése, pincelazos que rompen esquemas, es que a Lucas Barrera Oro se lo disfruta cuando está y se lo extraña cuando no.

“A mí me gusta eso. Obviamente, no juego para la tribuna sino para el equipo, pero soy consciente de que a la gente le gusta ver esas cosas. Y a mí me gusta divertirme, porque al fin y al cabo esto es un juego. El día que no lo sienta así, sabré que es momento de colgar los botines definitivamente”, promete Lucas, que juega como vive: con alegría.

Motivos no le faltan: fue padre por segunda vez a fines de agosto; su club, Universitario, lidera el Súper 8 del Regional y ya tiene un pie dentro de la Copa de Oro; ya presentó su tesis de Licenciatura en Finanzas y se sintió en condiciones de regresar a otro de sus grandes amores: el seleccionado tucumano, con el que ya lleva una relación de 12 años (con intermitencias), pero del que estuvo ausente en 2013.

“El año pasado después del Regional venía el torneo del Interior, después una pausa y recién el Argentino. Se me hacía muy largo todo y yo estaba rindiendo las últimas materias. Por eso les pedí a disculpas a los entrenadores, ellos saben que amo esto, y me aparté. Fue una decisión que me costó muchísimo tomar. Pero pensé: cuántas veces dejé la facultad por el rugby. Alguna vez tenía que ser al revés. Acabo de entregar la tesis y la defiendo a fines de septiembre, así que estoy con más tiempo y por eso vengo a competir por el puesto”, avisa el fullback, que como todo hombre de familia, tuvo que tramitar el pasaporte hogareño para la época de viajes. “Mi mujer sabe que esto me apasiona y por eso me hace el aguante”, aclara.

La pasión le brota de las palabras a Lucas, cuando trata de encontrar las que mejor se ajusten a lo mucho que disfruta de compartir un entrenamiento con los “naranjas”. “Me encanta esto. Hay muchos chicos a los que no ves durante todo el año y sin embargo los sentís como tus amigos. Cuando arranque el Argentino vas a estar toda la semana con ellos, así que tenés que hablarlos, conocerlos. Es lo que trato de hacer en el club con mis compañeros: me gusta hablar con ellos, saber cómo andan, qué hacen, qué estudian, la novia, etcétera. Es un rol que me gusta y por eso también quiero hacerlo en el seleccionado”, se propone quien ya es uno de los nombres más representativos de la “naranja”, desde su debut en 2002 ante los sudafricanos de Boland Kavaliers.

Su talento sigue vigente para pelear por la 15 del campeón argentino. “Es la competencia más sana que hay. Todos vienen a defender el mismo color, entonces se dan fuerzas y que juegue el mejor. Y ojo, a veces el mejor no es el más bueno, sino el que mejores condiciones tiene para un partido en particular. Por eso Tucumán tiene una base tan amplia”, cerró Lucas.

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