Punto de oro: Atlético empató 1 a 1 con Patronato

Punto de oro: Atlético empató 1 a 1 con Patronato

Atlético fue más que Patronato, pero volvió a equivocarse y sobre el cierre “Pulguita” lo salvó. Video.

CASI. Menéndez, que cuida el balón ante la marca de quintana, autor del 1-0 parcial, tuvo una chance y Bértoli lo amargó. FOTO DE JAVIER ESCOBAR (ESPECIAL PARA LA GACETA) CASI. Menéndez, que cuida el balón ante la marca de quintana, autor del 1-0 parcial, tuvo una chance y Bértoli lo amargó. FOTO DE JAVIER ESCOBAR (ESPECIAL PARA LA GACETA)
Hay empates y empates. El de anoche, por ejemplo, valió más que un punto: Atlético perdía 1 a 0 con Patronato y sumaba su segunda derrota seguida fuera de Tucumán: a la que había recibido hace 10 días contra Huracán se le agregaba el traspié en Paraná. Era un castigo injusto, pero en eso apareció por primera vez en el semestre Luis Rodríguez y el 1 a 1 olió a resurrección.

La parda fue lo mínimo que merecía Atlético, que ya desde el comienzo había demostrado ser un equipo con espíritu obrero: todos para uno y uno para todos. En una cancha difícil y contra un rival incómodo, el “decano” salió a jugar con actitud solidaria y completó un primer tiempo que, pese al 0 a 0, estuvo entre sus mejores producciones.

Si todo equipo con aspiraciones debe tener un 2 (Bruno Bianchi), un 5 (Pablo Garnier) y un 9 (Cristian Menéndez, aunque no tanto como centrodelantero neto), Atlético demostró en ese capítulo inicial que ya tiene la estructura central para pelear el ascenso. Sustentado en ellos tres, el “decano” le rodeó el rancho a un Patronato que por momentos pareció visitante.

Ese Atlético en versión cooperativa salió a ganar, y debió haberlo logrado. No pudo, primero, porque Sebastián Bértoli le tapó un remate increíble a Menéndez tras una jugada que incluyó un delicioso caño de Diego García. Y, todavía en el acto uno, Diego Jara no alcanzó a darle precisión a un cabezazo dentro del área chica, luego de un desborde y centro -muy fuerte- de Menéndez.

En el complemento, Atlético se replegó un paso, pero aún así fue una amenaza. Hubo un gol anulado a García y una hermosa jugada de Gastón Giménez que, más que merecer terminar en gol, mereció valer dos goles. Y sin embargo, todo lo bueno parecía irse al tacho tras la mala salida de Lucchetti y el gol de arremetida de Carlos Quintana. Parecía un golpe de nocaut pero en eso entró “Pulguita”, generó un penal dudoso a partir de un tiro libre y el mismo lo convirtió.

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