Por Andrés Burgo
18 Septiembre 2014
ÍDOLO. el regreso de Rivoira a Atlético motivó al hincha más que cualquier otro DT. Fue el que llevó al equipo a Primera. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
Cuando Héctor Rivoira ingresó al césped del estadio Presbítero Bartolomé Grella, en medio de una hermosa noche entrerriana, el técnico de Atlético inició un nuevo capítulo de su aventura personal para confirmar una notable, y gloriosa, casualidad: cada cinco años, Rivoira consigue un ascenso a Primera.
La buena noticia en este caso es que, de mantenerse esa costumbre, 2014 terminará con otro ascenso de Atlético a Primera, y otra vez bajo la orientación de Rivoira, como ya sucedió en 2009, hace justo cinco años.
Los antecedentes juegan a su favor: cada lustro, el técnico bonaerense (nació en Ituzaingó hace 54 años) sube a la A. Si en 2009 fue Atlético, en 2004 había sido Instituto de Córdoba, y en 1999 había sido el turno del primer éxito, Chacarita. 2014, entonces, no debería escapársele.
Más allá del resultado de anoche, el gran comienzo de Atlético en el actual torneo (sumado a la reglamentación favorable de 10 ascensos) invita a pensar que Rivoira mantendrá su hábito ganador y que, de paso, romperá una racha adversa. Cuando “Chulo” volvió para iniciar una segunda etapa en Chacarita e Instituto, los otros clubes en los que había conseguido el salto a la A, no pudo cumplir el objetivo.
La primera etapa de Rivoira en Chacarita fue entre 1997 y 2000, cuando ascendió tras una final contra Juventud Antoniana de Salta. Después, el entrenador regresó dos veces, en 2005 y 2011, ambas con el equipo de San Martín en la B Nacional, pero no repitió el éxito. Y con Instituto sucedió algo similar: ascendió en su primera etapa, en 2004, y naufragó en la medianía de la tabla durante su segundo ciclo en Córdoba, en 2007.
Pero con Atlético, y salvo que se produzca una notable caída en la segunda parte del campeonato, Rivoira se encamina a revalidar aquella vuelta olímpica de 2009, tras la inolvidable goleada a Talleres en Córdoba (4-1).
Inolvidable
Aunque es confeso hincha de Huracán, Rivoira le comentó a LG Deportiva en 2012, cuando justamente dirigía al club de Parque de los Patricios, que su ascenso más festejado fue el de Atlético. “Siempre digo que, de los tres ascensos que tuve, el de Atlético fue el mejor”, dijo el técnico, que además de Atlético, Chacarita e Instituto también dirigió a otros nueve equipos (Ituzaingó, Almirante Brown, Quilmes, Ferro, Huracán, Nueva Chicago, Rosario Central, Olimpo y Liga de Quito).
Rivoira también recordó en aquella entrevista el regreso triunfal desde Córdoba. “La gente salía desde los cañaverales y nos mostraban las camisetas por encima de la zafra. Era increíble. Ya cuando estábamos en Santiago del Estero, en Frías, eran multitudes. La cantidad de chicos con las camisetas y banderas era bestial. Y cuando entramos al pueblo del ‘Pulguita’ (Simoca), bueno, ahí ya no podíamos salir de tanta gente. Y todos los pueblitos así, y después el tremendo recibimiento que hubo en la plaza (Independencia). Te lo digo y se me pone la piel de gallina”, recordó Rivoira en 2012 sobre el ascenso de 2009, un título que, como parece marcado en el destino del entrenador, puede volver cinco años después.
La buena noticia en este caso es que, de mantenerse esa costumbre, 2014 terminará con otro ascenso de Atlético a Primera, y otra vez bajo la orientación de Rivoira, como ya sucedió en 2009, hace justo cinco años.
Los antecedentes juegan a su favor: cada lustro, el técnico bonaerense (nació en Ituzaingó hace 54 años) sube a la A. Si en 2009 fue Atlético, en 2004 había sido Instituto de Córdoba, y en 1999 había sido el turno del primer éxito, Chacarita. 2014, entonces, no debería escapársele.
Más allá del resultado de anoche, el gran comienzo de Atlético en el actual torneo (sumado a la reglamentación favorable de 10 ascensos) invita a pensar que Rivoira mantendrá su hábito ganador y que, de paso, romperá una racha adversa. Cuando “Chulo” volvió para iniciar una segunda etapa en Chacarita e Instituto, los otros clubes en los que había conseguido el salto a la A, no pudo cumplir el objetivo.
La primera etapa de Rivoira en Chacarita fue entre 1997 y 2000, cuando ascendió tras una final contra Juventud Antoniana de Salta. Después, el entrenador regresó dos veces, en 2005 y 2011, ambas con el equipo de San Martín en la B Nacional, pero no repitió el éxito. Y con Instituto sucedió algo similar: ascendió en su primera etapa, en 2004, y naufragó en la medianía de la tabla durante su segundo ciclo en Córdoba, en 2007.
Pero con Atlético, y salvo que se produzca una notable caída en la segunda parte del campeonato, Rivoira se encamina a revalidar aquella vuelta olímpica de 2009, tras la inolvidable goleada a Talleres en Córdoba (4-1).
Inolvidable
Aunque es confeso hincha de Huracán, Rivoira le comentó a LG Deportiva en 2012, cuando justamente dirigía al club de Parque de los Patricios, que su ascenso más festejado fue el de Atlético. “Siempre digo que, de los tres ascensos que tuve, el de Atlético fue el mejor”, dijo el técnico, que además de Atlético, Chacarita e Instituto también dirigió a otros nueve equipos (Ituzaingó, Almirante Brown, Quilmes, Ferro, Huracán, Nueva Chicago, Rosario Central, Olimpo y Liga de Quito).
Rivoira también recordó en aquella entrevista el regreso triunfal desde Córdoba. “La gente salía desde los cañaverales y nos mostraban las camisetas por encima de la zafra. Era increíble. Ya cuando estábamos en Santiago del Estero, en Frías, eran multitudes. La cantidad de chicos con las camisetas y banderas era bestial. Y cuando entramos al pueblo del ‘Pulguita’ (Simoca), bueno, ahí ya no podíamos salir de tanta gente. Y todos los pueblitos así, y después el tremendo recibimiento que hubo en la plaza (Independencia). Te lo digo y se me pone la piel de gallina”, recordó Rivoira en 2012 sobre el ascenso de 2009, un título que, como parece marcado en el destino del entrenador, puede volver cinco años después.
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