Lucas Chacana reapareció en San Martín y habló

“Bernasconi me llamó y me concentró", sostuvo el delantero, tras haber vuelto al equipo luego de tres fechas.

17 Septiembre 2014
Por fin se le dio y no oculta su emoción. Lucas Chacana va por más... “Bernasconi me llamó y me concentró, así que ahora uno tiene que seguir trabajando, entrenándose y siempre peleando desde abajo para que el técnico lo siga teniendo en cuenta”, dice el delantero tras haber vuelto al equipo luego de tres fechas de no haber tenido un lugar ni entre los concentrados.

“Estuve medio escondido, es verdad. Pero volver no me sorprendió, porque uno siempre tiene que estar listo”, explica “Luquitas” sobre ese mandato obligado y propio de la profesión que habla de bancarse los momentos donde no toca estar y reaparecer con todo cuando se da la oportunidad. “Seguro, es la profesión. En esos casos lo primordial es apoyar al grupo para que San Martín gane. Y en lo personal, lo hacía”, asegura. Después, agradece: “al técnico de la liga, Ariel Martos, que por lo menos me daba la oportunidad de jugar (porque si no jugaba ahí iba a estar sin ritmo). Y también a mis amigos de ese equipo, que cuando bajé me recibieron de la mejor manera. Si pude entrar contra Juventud Antoniana fue también gracias a ellos”. Para Chacana estar bien de la cabeza es lo que más ayuda a superar los momentos de ser “el borrado”. “Sólo así pasás todos esos obstáculos que se te ponen. Estoy contento por volver a estar”, reconoce.

Puro temple

En la ausencia, ¿Hubo bronca, bajón, ansiedad? ¿O todo junto? “Y, sí... Te bajoneás porque vos decís, ‘entreno y entreno y hago el esfuerzo todos los días’, y no te dan la oportunidad. Pero, era también porque estaban los compañeros y a ellos siempre hay que apoyarlos. No hay que mostrarle mala cara a nadie, ni nada de eso”, dice Lucas, como buen compañero, con esa simpatía que nunca le falta, pero reconociendo antes que nada que es primordial respetar las decisiones de los DT. “Ahora me queda seguir peleando, para seguir estando”, asegura.

Los que jamás dejaron de tener en cuenta al jugador fueron los propios hinchas, que se cansaron de pedirlo, y un plus como ese fue bienvenido para él. “Es bueno tener el cariño de la gente de lado, estoy muy agradecido. Siempre me nombraron. Se ve que cuando me tocó estar dejé por lo menos algo, que es lo importante. Aunque eso es también una presión para mí, para seguir mejorando”, acepta.

Chacana hizo de aquellos momentos en las sombras un aprendizaje: “ahí uno nota que mejora como profesional, porque cuando no jugás lo primero que hacés es irte a cualquier lado; no te acostás temprano. Pero yo nunca hice eso. El no jugar me obligaba a mantenerme”.

El “profe” Lucas

Sus amigos del equipo de la liga, la familia y sus compañeros del Instituto Norte Argentino (donde desde hace tres años estudia para recibirse de profesor de Educación Física) fueron el sostén de “Chacanita”.

Y también lo fue su faceta de “profe”. “La verdad que la escuelita (Elmina Paz de Gallo) es hermosa. Estoy haciendo las prácticas, dando clases y ¡de 10 los chiquitos! Tengo jardín, primero, segundo, tercero y sexto. Por ahí se complica un poco cuando los chicos son fanáticos de San martín, ja. Algunos te insisten pero me tengo que poner en el rol de profesor. Por ahí es feo, pero hay que meterles el freno porque si no se te vienen encima y te hablan como un hincha y no como alumnos. Me hago el enojado así vayamos a clase porque si no, no quieren hacer nada, ja”, sonríe Lucas y asegura que, mientras pueda, seguirá haciendo las dos cosas y sobre todo aprovechando aquellos pilares para no decaer mientras espera por más chances en el equipo.

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