La quema de un cañaveral asfixió a Lomas de Tafí

La quema de un cañaveral asfixió a Lomas de Tafí

La historia es siempre la misma, igual que los protagonistas y los resultados. Varían los lugares, la intensidad, la cantidad de damnificados, en este caso unas 500 familias. La quema de cañaverales forma parte del paisaje tucumano y de la desdicha ciudadana desde hace años. El domingo le tocó el turno a los sectores 16 al 19, del barrio Lomas de Tafí.

Los bomberos voluntarios de Tafí Viejo trabajaron entre las 19.30 hasta esta madrugada, para extinguir las llamas de un predio contiguo de alrededor de 10 hectáreas, donde se quemaba el rastrojo de la caña. El humo tornó irrespirable la atmósfera y los vecinos tuvieron que cerrar puertas y ventanas, por lo menos, hasta las dos de la mañana.

La intensidad del humo obligó a que cerca de 500 viviendas estuvieran con puertas y ventanas cerradas hasta cerca de las 3. Un suboficial del cuerpo de bomberos dijo que en la noche del sábado, alertados por vecinos, debieron sofocar un principio de incendio de rastrojo en el mismo lugar. “En ese momento, pudimos dominarlo con rapidez pero lo de anoche fue mucho más importante y tuvimos que pedir refuerzos”, afirmó. Mientras que un vecino comentó: “Todos los años pasa lo mismo durante la zafra, esto es intolerable. Mi hijo menor, de tres años, padece de una enfermedad por la que está conectado a un tuvo de oxígeno y con esto, su situación se complica”. Las llamas se percibían desde lejos y el humo ennegreció las calles, los ojos y la respiración. El incendio se ubicó a metros de las casas del sector 16.

Uno de los administradores del predio se hizo presente y afirmó desconocer las razones del incendio, responsabilizó a “extraños” y se comprometió a gestionar un encuentro con el propietario del terreno, para trasmitirle la preocupación de los vecinos por los incendios, como por la presencia de alimañas y el uso del lugar como depósito clandestino de basura.

Como suele ocurrir en estos casos, ninguna autoridad provincial o municipal se arrimó al Barrio Lomas de Tafí para interesarse por la seguridad de los vecinos, a pesar de las grandes proporciones del incendio.

El artículo 38 de la ley 6.253 prohíbe la quema de caña como método auxiliar de la cosecha. En enero de 2007, la norma fue modificada por la ley 7.459, por la cual los ingenios están impedidos de recibir caña quemada. El monto de la sanción por esta práctica se elevó entonces de $ 200.000 a $ 3 millones.

El mes pasado, la víctima fue el aeropuerto internacional Benjamín Matienzo; la quema de cañaverales aledaños obligó a suspender los vuelos el 22 y 23 de agosto. La visibilidad era de cuatro kilómetros, cuando debería haberse ubicado entre los 12 y 14 kilómetros.

Se podría hacer un relevamiento de las poblaciones que cuentan con campos de caña a su alrededor e intentar algún tipo de prevención para proteger a los moradores. En todos estos años, el Gobierno y la Justicia han mirado siempre para otro lado. No se conoce persona que haya recibido sanción efectiva por este delito, así como tampoco fábrica azucarera por recibir caña quemada. ¿Para qué se diseñan leyes si no las hace cumplir ni se las acata? ¿Por qué una minoría de inadaptados sociales sigue perjudicando a todos los tucumanos? La autoridad tiene las herramientas para combatir este delito y proteger la salud de los tucumanos, pero da la impresión de que tiene miedo de aplicar la ley.

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