Los ingleses parecen indiferentes ante la histórica y decisiva votación

Los ingleses parecen indiferentes ante la histórica y decisiva votación

16 Septiembre 2014

Helen Livingstone - Columnista de DPA

Los escoceses decidirán este jueves sobre una de las cuestiones más importantes de la política británica moderna: poner fin o no a más de 300 años de pertenencia al resto del Reino Unido. Pero el referéndum en el que harán oír su voz parece dejar indiferentes a sus compatriotas británicos. En febrero, el diputado Rory Stewart lanzó en Westminster una apasionada petición a sus colegas, rogándoles que se levantasen y le dijesen “I love you” (te quiero) a Escocia antes de que votasen sobre la independencia.

“Como escocés que representa a un distrito inglés, en los últimos años estuve convencido de que era el mayor asunto de la política británica en la era de postguerra”, afirmó Stewart. Pero cuando Stewart habló ante sus colegas en la Cámara de los Comunes estaba prácticamente vacía y apenas ningún medio informó sobre un discurso que una web política describió como “el tipo de retórica emocional necesaria” para conocer a los escoceses de permanecer “en una unión de naciones”.

La campaña unionista “Better Toghehter” (Mejor juntos) ha sido criticada a menudo por lanzar un mensaje “negativo” a los escoceses, centrado en los argumentos económicos, y recalcando que estarán peor sin el resto de Reino Unido si votan “sí” a la independencia. En lugar de estar dirigida por políticos, la campaña debería haber intentado movilizar a la población civil y tendría que haber aprovechado más la identidad compartida por Escocia y el resto del Reino Unido, apunta el diputado Stewart.

Los famosos se han mostrado muy reticentes a apoyar la campaña unionista, mientras que la mayor parte de los periódicos londinenses se negaron también hasta hace poco a salir en favor del “no”.

“Un millón de personas se manifestaron contra la guerra de Irak y casi un millón a favor de la cacería del zorro”, añade. “Deberíamos haber sido capaces de hacer más para mantener junto al Reino Unido”, agrega.

La indiferencia mostrada por los ingleses y su falta de apego emocional hacia sus vecinos ha sorprendido a los escoceses.

“Se dice que los votantes ingleses están confundidos, tristes, enojados por no tener capacidad de decisión en el futuro del Reino Unido, despectivos o comprensivos con los derechos escoceses”, escribió Ian Bell en el diario escocés “The Herald”.

Pero el ambiente en las calles londinenses le da la razón. “Si quieren irse, que se jodan”, opina Kate Hallett, abogada de 30 años de Cheshire. “Siempre están quejándose. En realidad yo he dejado de escuchar las noticias porque estoy harta de oír hablar del referéndum”, remata con enojo.

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