Rivoira, DT de Atlético, no cree que haya una racha negativa

Distendido y con la tranquilidad de saber que su equipo sigue siendo líder y protagonista de la Zona B de la B Nacional, Héctor Rivoira no toma como un drama no haber sumado de a tres en las pasadas dos presentaciones de Atlético. Puede pasar y, con seguridad, volverá a suceder que el “decano” choque contra paredes que deberá aprender a romper.

“Jugamos seis partidos, perdimos uno. No creo que haya ningún tipo de racha negativa. Estamos bien”, explica Rivoira, y enfoca su análisis en lo que fue el último choque en el Monumental contra Sarmiento: “cometimos un error de pelota parada y nos empataron. Fue un error nuestro, no virtud del contrario”. Es más, a Rivoira ni se le ocurre criticar o desaprobar las tácticas enemigas cuando se meten todos atrás a defender el malón “decano”. “Cada uno hace su juego, está bien que sea así. Yo no le puedo decir nada a nadie. Cuando vine con Almirante Brown a jugar con Atlético hice el mismo trabajo”, explica Rivoira, y acepta que cada equipo juega a lo que puede o a lo que le conviene, según la circunstancia.

Donde sí hace pie el técnico es, precisamente, en que Atlético debe estar preparado para resolver esos acertijos. Si hay una pared, debe perforarla. “Lo tenés que quebrar vos al rival. Contra Temperley lo hicimos, contra Crucero se ganó bien, contra All Boys jugamos un primer tiempo extraordinario... El viernes no pudimos”, acepta “Chulo”.

Hay algo que sobra en el búnker albiceleste y eso es confianza. “En este torneo habrá muchos vaivenes, hay que estar preparados. Hay que dar tranquilidad”, dice el entrenador, quizás, apuntando al hincha. “Estamos bien de la cabeza, en lo deportivo y con el grupo”, jura “Chulo”. Y si Atlético está bien, el futuro pinta bien. Su presente y su posición en la tabla lo demuestran.

Una de las pocas desatenciones defensivas que cometió Atlético contra Sarmiento fue, casualmente, de pelota parada, una materia que durante las fechas iniciales del torneo parecía aprobada. Sin embargo, el gol de Héctor Cuevas castigó a la zaga “decana”, por lo que ayer, durante la última sesión de fútbol formal, se trabajó a destajo en el complejo de Ojo de Agua. Pero antes, el cuerpo técnico propuso durante casi una hora un partido de 11 contra 11 en una cancha reducida, donde se pudo ver una modificación respecto a la formación que igualó 1 a 1 con los juninenses. Jonathan Gómez regresó al banco de relevos y Diego García se paró como carrilero por la derecha.

Por la noche, los 19 citados (ver aparte) se juntaron en un hotel céntrico y luego partieron rumbo al litoral.