Por Alberto Núñez
15 Septiembre 2014
EL ORO BUSCADO. James Harden completó un fantástico torneo con el campeón.
MADRID.- Con solvencia, contundencia y demostrando una superioridad sobre los 23 seleccionados restantes, Estados Unidos volvió a mostrar que por algo es la meca del baloncesto mundial.
Apabulló al seleccionado de Serbia, por 129 a 92, y se anotó su quinto título en el historial de las 17 ediciones, igualando la marca de la desparecida Yugoslavia.
La de ayer fue la novena victoria en línea del conjunto que dirigió Mike Krzyewski, que no dejó dudas de la superioridad durante todo el torneo. Además, una de sus figuras Kyrie Irving, goleador de anoche con 26 tantos, fue elegido el MVP, jugador más valioso del torneo.
Serbia se atrevió en los primeros minutos del partido y tomó la delantera en el marcador. Sin embargo, con la batuta del base Stepehn Curry y del escolta Kyrie Irving, el elenco estadounidense revirtió rápidamente en el marcador y se fue al primer descanso corto con ventaja de 35-21.
En el segundo y tercer cuartos, el campeón apretó aún más el acelerador y destruyó las estrategias defensivas de los serbios, que terminaron cayendo ya en el tercer parcial 105 a 67. En el último, Bogdanovic y Bjelica trataron de acortar distancias, pero ya estaba todo definido.
Apabulló al seleccionado de Serbia, por 129 a 92, y se anotó su quinto título en el historial de las 17 ediciones, igualando la marca de la desparecida Yugoslavia.
La de ayer fue la novena victoria en línea del conjunto que dirigió Mike Krzyewski, que no dejó dudas de la superioridad durante todo el torneo. Además, una de sus figuras Kyrie Irving, goleador de anoche con 26 tantos, fue elegido el MVP, jugador más valioso del torneo.
Serbia se atrevió en los primeros minutos del partido y tomó la delantera en el marcador. Sin embargo, con la batuta del base Stepehn Curry y del escolta Kyrie Irving, el elenco estadounidense revirtió rápidamente en el marcador y se fue al primer descanso corto con ventaja de 35-21.
En el segundo y tercer cuartos, el campeón apretó aún más el acelerador y destruyó las estrategias defensivas de los serbios, que terminaron cayendo ya en el tercer parcial 105 a 67. En el último, Bogdanovic y Bjelica trataron de acortar distancias, pero ya estaba todo definido.
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