El sistema de evaluación educativa en Buenos Aires

El sistema de evaluación educativa en Buenos Aires

Un revuelo en todo el país, en materia educativa, se produjo al conocerse que la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires aprobó una resolución por la que los alumnos de las escuelas primarias públicas y privadas podrán pasar de grado a pesar de tener algún área curricular desaprobada. Se eliminan las notas 1, 2 y 3 entre cuarto y sexto grado y establece que se podrá pasar de año con algunas materias previas.

El boletín de calificaciones se convertirá en Libreta de Trayectoria. Los alumnos, de primero a tercer grado, serán evaluados con “Muy bueno”, “Bueno”, “Regular”; los alumnos que no aprueben materias no estarán obligados a “compensar” a fin de año. Hasta ahora, los que no alcanzaban los objetivos tenían que seguir cursando una o dos semanas después de finalizado el ciclo para recuperar.

La directora general de Cultura y Educación de Buenos Aires le dijo a la agencia Télam: “acá no es que no van a existir los aplazos. Lo que hace es que si un chico funcionó en todas las áreas menos una, por ejemplo, lo que hace ese chico no es promover el año sino pasar y tener desde el primer día de clases de marzo un maestro especial durante el tiempo que lo necesite hasta que incorpore todos los aprendizajes”. Acotó que “antes, si un chico tuvo un 1, un 1 y un 1 en los trimestres después, en una semana de compensación, terminaba aprobando sin respetar si aprendió o no”.

Esta nueva modalidad regirá solo para Buenos Aires, por ahora; sin embargo, podría ser un punto de partida para que se debatiera a nivel nacional una reformulación de la educación, en virtud de una caída evidente de la calidad educativa, reflejada en evaluaciones internacionales, y en lo que está aconteciendo a diario en la sociedad, donde se percibe un incremento de los casos de acoso escolar, de las adicciones, de la delincuencia.

El informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que cada tres años mide el rendimiento en alumnos de 15 años de sus 65 países miembro, reveló en 2013 que nuestro país se halla sigue ubicado entre los 10 últimos puestos desde 2009. Los primeros lugares fueron ocupados por Shanghai, Singapur, Hong Kong, Taipei y Corea del Sur. El lunes pasado, se divulgó un informe del Centro de Estudios Latinoamericanos sobre Inseguridad y Violencia, de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, que señala que el 50% de la población de los presos tiene menos de 32 años, y la mitad de los internos no asistió a la escuela o sólo llegaron a cursar el nivel primario.

Admitir que algo no funciona, que se está haciendo mal o no se hace, que hay fallas que la realidad nos devuelve como un espejo, es un punto de partida para iniciar una autocrítica que permita analizar los problemas, reflexionar y mejorar. El conformismo nunca debe ser el parámetro; se debe nivelar siempre hacia arriba, no hacia abajo. Se podría estudiar, por ejemplo, el funcionamiento del sistema educativo de los asiáticos para aprender de ellos.

Se podría debatir, por ejemplo, acerca de una educación, basada más en la calidad que en la cantidad, que enseñara a pensar, a elaborar juicios críticos, a desarrollar la creatividad, que promoviera el humanismo, el compromiso social. “Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas. Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra”, afirmaba el pedagogo Paulo Freire.

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