14 Septiembre 2014
DOLOR Y ALEGRÍA. La familia de Cantos lloró y celebró tras la sentencia. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
El Tribunal Oral Federal (TOF) local determinó que Germán Francisco Cantos, de 21 años, fue un “objetivo a eliminar” por el terrorismo de Estado por su militancia política-estudiantil. Los jueces Juan Carlos Reynaga (presidente), Hugo Cataldi y Marcelo Juárez Almaraz consideraron también que quedó acreditado durante el juicio que el conscripto fue secuestrado dentro del Batallón 141 (Santiago del Estero) o de sus inmediaciones y que su superior, el militar Jorge D’Amico, 66 años, fue responsable por su privación ilegítima de la libertad y posterior desaparición.
Los conceptos están incluidos en los fundamentos de la sentencia que fueron dados a conocer esta semana. El jueves 4, en el noveno proceso por crímenes de lesa humanidad, el TOF había condenado a perpetua al ex secretario de Seguridad del juarismo y ex carapintada como coautor del delito de privación ilegítima de la libertad y partícipe necesario de tormentos y homicidio agravado por alevosía, todos calificados como crímenes de lesa humanidad.
Juárez Almaraz disintió parcialmente en cuanto a la imputación del delito de homicidio agravado al entender que se había dictado con anterioridad una falta de mérito al respecto.
Germán había estudiado en Tucumán y había militado, posiblemente, en la “Juventud Guevarista” (de acuerdo con un sobreviviente del Arsenal). Luego, por la persecución política que sufría su familia, se instaló en Buenos Aires. Allí había comenzado a cursar la carrera de psicología cuando fue convocado extemporáneamente para incorporarse al servicio militar obligatorio.
El 3 de septiembre de 1976, pocas semanas después de haber comenzado su instrucción, fue secuestrado. Cuando sus padres fueron a buscarlo, les aseguraron que había desertado. Allí comenzó su derrotero para hallarlo.
Ex conscriptos declararon que el joven tenía miedo y que ya había sido retenido mientras sus compañeros salían de descanso. Cantos fue trasladado a Tucumán como prisionero y alojado en el centro de exterminio que funcionó en el Arsenal “Miguel de Azcuénaga”. Sobrevivientes lo vieron allí hasta un año después. Se sospecha que fue fusilado en ese centro de exterminio. Por su paso por el Arsenal habían sido juzgados, en 2013, ex gendarmes y ex militares en la megacausa “Arsenales II-JefaturaII”. D’Amico no había podido ser incluido en ese juicio por cuestiones procesales.
Una de las pruebas clave del juicio fue una carta de puño y letra de la víctima. Cantos la escribió cuando estaba en el Arsenal, en diciembre de 1976, y pudo hacerla llegar a su familia. Dedicó párrafos a sus padres y hermanos. “Si en una de esa no cuentan conmigo para las Fiestas, tengan en cuenta que es una falta con preaviso. De ustedes y para siempre, Germán”, concluye el valioso documento.
Los conceptos están incluidos en los fundamentos de la sentencia que fueron dados a conocer esta semana. El jueves 4, en el noveno proceso por crímenes de lesa humanidad, el TOF había condenado a perpetua al ex secretario de Seguridad del juarismo y ex carapintada como coautor del delito de privación ilegítima de la libertad y partícipe necesario de tormentos y homicidio agravado por alevosía, todos calificados como crímenes de lesa humanidad.
Juárez Almaraz disintió parcialmente en cuanto a la imputación del delito de homicidio agravado al entender que se había dictado con anterioridad una falta de mérito al respecto.
Germán había estudiado en Tucumán y había militado, posiblemente, en la “Juventud Guevarista” (de acuerdo con un sobreviviente del Arsenal). Luego, por la persecución política que sufría su familia, se instaló en Buenos Aires. Allí había comenzado a cursar la carrera de psicología cuando fue convocado extemporáneamente para incorporarse al servicio militar obligatorio.
El 3 de septiembre de 1976, pocas semanas después de haber comenzado su instrucción, fue secuestrado. Cuando sus padres fueron a buscarlo, les aseguraron que había desertado. Allí comenzó su derrotero para hallarlo.
Ex conscriptos declararon que el joven tenía miedo y que ya había sido retenido mientras sus compañeros salían de descanso. Cantos fue trasladado a Tucumán como prisionero y alojado en el centro de exterminio que funcionó en el Arsenal “Miguel de Azcuénaga”. Sobrevivientes lo vieron allí hasta un año después. Se sospecha que fue fusilado en ese centro de exterminio. Por su paso por el Arsenal habían sido juzgados, en 2013, ex gendarmes y ex militares en la megacausa “Arsenales II-JefaturaII”. D’Amico no había podido ser incluido en ese juicio por cuestiones procesales.
Una de las pruebas clave del juicio fue una carta de puño y letra de la víctima. Cantos la escribió cuando estaba en el Arsenal, en diciembre de 1976, y pudo hacerla llegar a su familia. Dedicó párrafos a sus padres y hermanos. “Si en una de esa no cuentan conmigo para las Fiestas, tengan en cuenta que es una falta con preaviso. De ustedes y para siempre, Germán”, concluye el valioso documento.
Lo más popular
