14 Septiembre 2014
NO SUFRÁS. Con tratamiento podés evitar los ataques de alergia. jupiterimages.com
Se acerca la primavera y comienzan los casos recurrentes de alergias. Tres de cada 10 personas en el mundo padece algún tipo de alergia “una condición que puede producir desde rinitis y crisis asmática hasta una anafilaxis (reacción extrema, con riesgo de muerte)”, sostiene el alergólogo doctor Osmar Capolungo.
El asma es muy común
Dentro de las alergias, las más comunes son las respiratorias, y el asma bronquial es el mal respiratorio crónico más común en los niños. “La alergia es una condición genética que debe tratarse. En las alergias respiratorias se indican medicamentos de rescate para controlar los síntomas, fármacos que atenúan el proceso inflamatorio e inmunoterapia para tratar la causa de la enfermedad”, detalla el doctor Gabriel Gattolin, presidente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC).
Las alergias respiratorias se tratan con inmunoterapia específica o tratamiento desensibilizante (vacunas de alergenos). Consiste en la administración gradual y progresiva de un alergeno (lo que provoca la alergia) para contrarrestar la reacción exagerada y descontrolada del sistema inmune contra ese alergeno (ácaros, hongos, y pólenes, entre otros). “Cuando la inmunoterapia está bien indicada y bien manejada, se reducen los síntomas clásicos de la rinitis y del asma, y se evitan nuevas sensibilizaciones (hacerse alérgico a otros alergenos)”, subrayan Capolungo y Gattolin.
Las vacunas sublinguales son tan efectivas como las tradicionales subcutáneas, pero ofrece una tolerancia muy alta y es menos molesta que la inyectable.
Cambia el curso del mal
En los últimos años hubo importantes avances en inmunoterapia. “Se están utilizando partículas pequeñas, por eso la inmunoterapia es más específica y más segura, y requiere menos tiempo de tratamiento”, destacó Capolungo. Su par, el doctor Claudio Parisi, secretario general de la AAAeIC, insistió en que la inmunoterapia es el único tratamiento “que puede modificar la historia natural de la enfermedad, reduciendo los síntomas y la necesidad de medicación de rescate”.
Una vez diagnosticada la alergia el primer objetivo es determinar la causa para evitarla y no padecer los síntomas y sus complicaciones, que en algunos casos pueden ser fatales, advierten los especialistas.
Rinitis vs. resfrío
La rinitis es una manifestación de la alergia respiratoria muy común. Afecta la calidad de vida porque interfiere con el sueño, altera el ocio y las actividades deportivas, laborales y escolares, y sus síntomas son muy molestos. “Los pacientes acuden a la consulta de alergia argumentando que siempre están ‘resfriados’. Los síntomas del resfrío común son similares a los de las rinitis alérgicas. Las principales características de la rinitis son: rinorrea (‘agüita’ que gotea permanentemente de la nariz), picazón, salva de estornudos, obstrucción nasal, y en algunos casos picazón en ojos y oídos. “El paciente puede presentar síntomas todo el año, o en determinada estación. La rinitis se clasifica según su persistencia (intermitente y persistente) y gravedad (leve, moderada, grave)”, explicó la especialista en alergia e inmunología, doctora Iris Medina.
El asma es muy común
Dentro de las alergias, las más comunes son las respiratorias, y el asma bronquial es el mal respiratorio crónico más común en los niños. “La alergia es una condición genética que debe tratarse. En las alergias respiratorias se indican medicamentos de rescate para controlar los síntomas, fármacos que atenúan el proceso inflamatorio e inmunoterapia para tratar la causa de la enfermedad”, detalla el doctor Gabriel Gattolin, presidente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC).
Las alergias respiratorias se tratan con inmunoterapia específica o tratamiento desensibilizante (vacunas de alergenos). Consiste en la administración gradual y progresiva de un alergeno (lo que provoca la alergia) para contrarrestar la reacción exagerada y descontrolada del sistema inmune contra ese alergeno (ácaros, hongos, y pólenes, entre otros). “Cuando la inmunoterapia está bien indicada y bien manejada, se reducen los síntomas clásicos de la rinitis y del asma, y se evitan nuevas sensibilizaciones (hacerse alérgico a otros alergenos)”, subrayan Capolungo y Gattolin.
Las vacunas sublinguales son tan efectivas como las tradicionales subcutáneas, pero ofrece una tolerancia muy alta y es menos molesta que la inyectable.
Cambia el curso del mal
En los últimos años hubo importantes avances en inmunoterapia. “Se están utilizando partículas pequeñas, por eso la inmunoterapia es más específica y más segura, y requiere menos tiempo de tratamiento”, destacó Capolungo. Su par, el doctor Claudio Parisi, secretario general de la AAAeIC, insistió en que la inmunoterapia es el único tratamiento “que puede modificar la historia natural de la enfermedad, reduciendo los síntomas y la necesidad de medicación de rescate”.
Una vez diagnosticada la alergia el primer objetivo es determinar la causa para evitarla y no padecer los síntomas y sus complicaciones, que en algunos casos pueden ser fatales, advierten los especialistas.
Rinitis vs. resfrío
La rinitis es una manifestación de la alergia respiratoria muy común. Afecta la calidad de vida porque interfiere con el sueño, altera el ocio y las actividades deportivas, laborales y escolares, y sus síntomas son muy molestos. “Los pacientes acuden a la consulta de alergia argumentando que siempre están ‘resfriados’. Los síntomas del resfrío común son similares a los de las rinitis alérgicas. Las principales características de la rinitis son: rinorrea (‘agüita’ que gotea permanentemente de la nariz), picazón, salva de estornudos, obstrucción nasal, y en algunos casos picazón en ojos y oídos. “El paciente puede presentar síntomas todo el año, o en determinada estación. La rinitis se clasifica según su persistencia (intermitente y persistente) y gravedad (leve, moderada, grave)”, explicó la especialista en alergia e inmunología, doctora Iris Medina.
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